Casas vacías en la política del nada
Cádiz sigue con una preocupante cantidad de fincas abandonadas mientras en Ayuntamiento mira hacia otro lado
El Gobierno de Adelante Cádiz, con los nombres y siglas que lo hayan compuesto durante estos cinco años, atesora como ninguno ese dicho castellano de «dime de lo que presumes y te diré de lo que careces». Y es que cuando en 2015 Kichi profetizó ... que se iba a apostar por la vivienda pública y que no habría (en la línea del mantra de Podemos) casas sin gente ni gente sin casas o pecó de ingenuo o de embaucador. Cinco años y dos elecciones después, la construcción y entrega de vivienda pública está bajo mínimos en la ciudad, cuando era una de las señas de identidad del Gobierno de Teófila Martínez.
Los datos son las cañas que a la gestión municipal se le han vuelto lanzas. El estudio encargado a Ibermad, que pretendía justificar la limitación para los pisos turísticos en la ciudad, ha servido para poner a las claras la falta de liderazgo en lo que a actuación en vivienda pública se refiere. La ciudad, en este 2020 que habrá que olvidar, tiene 100 fincas vacías, en las que podrían edificarse 900 viviendas. Pero quizá el dato más significativo es que de éstas, nueve pertenecen a la Junta de Andalucía y 18, al propio Ayuntamiento de Cádiz, que pese a sus palabras y promesas es incapaz de convertirlas en la repuesta a la demanda de vivienda de los gaditanos.
En el informe, al que se aferraba el equipo de Gobierno para tratar de limitar las viviendas de uso turístico en una propuesta que fue tumbada en el Pleno, se recoge que lo único que ha ido rescatando, desde 2013 (ya pasado lo peor de la crisis) del sueño de los justos las fincas vacías ha sido, precisamente, la iniciativa turística. Esa misma que el equipo de Gobierno pretendía liquidar.
Una vez más, los datos se encargan de gritarle al emperador de Cádiz que por mucha verborrea que derrame en cada Pleno o que escriba en sus redes sociales, va desnudo. El citado informe, realizado por un estudio afín a la formación, indica que Cádiz necesita actividad y fomento de iniciativas inmobiliarias, no limitación y dificultades. La mayor parte de las fincas vacías se concentran en algunas de las zonas más deprimidas de la ciudad, aquellas a las que el alcalde aseguró que no dejaría abandonadas. Hoy, sin embargo, esas fincas desvencijadas son el símbolo de cinco años de promesas sin cumplir.