De camarero a jornalero en el campo
El efecto del coronavirus ha convulsionado el mercado laboral y ahora los parados del sector sevicios buscan trabajo en la agricultura
Paradojas del destino. La crisis del coronavirus ha convulsionado el mercado laboral gaditano y ahora, la agricultura, un sector denostado, es el que se vislumbra como alternativa al paro. Pero, el campo gaditano, no es, pese a todo, la panacea. La provincia no goza de ... grandes extensiones agrícolas ni tampoco de grandes cosechas capaz de absorber mano de obra excedente de otros sectores como puede ocurrir en Huelva con la fresa o en Almería con sus cultivos de invernadero.
Las cifras de paro del pasado mes de marzo han batido récord y se espera que las de abril, una vez que termine el mes , sigan la escalada con datos históricos. La declaración del estado de alarma el pasado 15 de marzo y la primera fase de paralización de la actividad económica del país han tenido consecuencias letales para el empleo. La provincia ha sumado en un solo mes 25.649 nuevos parados, lo que supone un incremento del 17,1% con respecto al mes anterior. El contingente de desempleados en nuestra provincia es ahora de 176.416 personas, de las que 99.533 son mujeres y 76.883 son hombres. Sin embargo, hay que detenerse con lupa en la estadística. La nueva cifra de desempleados que ha arrojado marzo rompe con las expectativas de crecimiento que siempre depositaba la provincia con el arranque de la temporada de primavera-verano, donde el sector servicios se convertía en la locomotora que tiraba de la economía local. Precisamente, este sector se ha desplomado en marzo al cosechar 14.768 parados más, le ha seguido la construcción, que ha dejado en la calle a 7.403 personas.
En tercer lugar se encuentra la industria, con 2.630 nuevos parados y la agricultura, con 335. Sin empleo anterior registró 493 parados más. Es obvio que el sector servicios no es ni será lo que fue. La cancelación de la Semana Santa y de los grandes eventos, previos al verano, como la Motorada, han dado al traste con miles de contratos temporales. Además, la temporada de verano también se da por perdida, lo que supone un varapalo para el mercado laboral, sobre todo, en una provincia como Cádiz, donde el sector turístico es el motor de su economía. Camareros, cocineros y empleadas de hoteles se han quedado fuera del tren laboral. La voz de alarma la han dado, precisamente, los sindicatos agrarios de la provincia que han podido comprobar como en menos de un mes han recibido más de 1.500 solicitudes para trabajar en el campo como alternativa al paro. Algo difícil.
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