Cádiz, provincia rica y pobre
La contradicción de las cifras gaditanas, con la vivienda más cara y el paro más elevado, termina ahogando a los ciudadanos de a pie
Hay términos económicos que, por lo general, van de la mano. Cuanto peor es el nivel económico, cuanto más alto el desempleo o los sueldos más bajos, los precios tienden a desinflarse para poder compensar esta carencia y que la rueda de la oferta y ... la demanda siga girando. Esa ley no escrita, y que es uno de los pilares de la economía capitalista, no se cumple en la provincia de Cádiz, en donde desde hace años se sufre la terrible paradoja de tener uno de los niveles más altos de España y, en paralelo, los precios más altos de la vivienda. En el caso de la capital gaditana la situación llega hasta el paroxismo, ya que es la sexta más cara de toda España y la que tiene el precio más alto de Andalucía.
La información que hoy publica LAVOZ ofrece varios datos que merecen un análisis profundo. Por una parte, el precio del metro cuadrado en Cádiz capital es 200 euros más barato que el de Palma de Mallorca, uno de los lugares más exclusivos de España, donde veranean los propios Reyes. Pero lo curioso sobre todo es que con esos 200 euros de diferencia, Palma tiene la mitad de paro que en la capital, un 13% frente al 26% que padece Cádiz. Otro de los indicativos es la gran diferencia que tiene Cádiz capital en el precio medio del metro cuadrado respecto al resto de capitales andaluzas. Y es que mientras que Sevilla, Málaga y Granada se mueven en una horquilla estrecha, Cádiz aventaja en 200 euros a la segunda de las provincias.
La situación produce la contradicción de que los propios gaditanos son los que tienen más problemas para acceder al mercado de vivienda. Los trabajadores del sector inmobiliario ya avisan de que, tras la pandemia, se ha producido un incremento de la compra venta de viviendas por parte de ciudadanos de fuera de la provincia que las destinarán a segunda residencia. Cádiz necesita un plan por parte de las grandes administraciones que empiece a paliar esta situación y reduzca el nivel de paro endémico que sufre la región y, por otra parte, que posibilite la rebaja del precio medio de la vivienda para que puedan optar las clases más populares. Si no, Cádiz seguirá siendo un paraíso pero sólo para quien venga de fuera.