Cádiz la cenicienta se queda sin caminos
Las largas del Gobierno a una infraestructura tan básica como la N-340 es el símbolo perfecto del olvido que sufre la provincia
Con permiso del COAC, vamos a empezar este apunte recordando una canción que nada tiene que ver con el Carnaval. Raimundo Amador cantaba, hace muchos años, aquello de «cuando llegan los días señalaítos hay muchos gachositos que son gitanos», lástima que cuando pasan esos días « ... cuando pasan los días señalaítos, los mismos gachositos cazan gitano, muerden gitano, no quieren en la consulta a los gitanos». Algo parecido le sucede a la provincia de Cádiz, la gran Cenicienta de España. Cuando llega la campaña electoral, todos quieren ser gaditanos. Cuando llega la hora de veranear, todos juran que El Palmar es su segundo hogar... pero cuando pasan esos días, cuando ni la campaña ni el calor les hacen mirar al sur, olvidan que esta provincia existe. El que el Gobierno reconozca que no tiene planes sobre el desdoble de la N-340 es la metáfora perfecta del olvido voluntario al que somete a esta región.
Y no es un problema menor. La falta de infraestructuras redunda en que Cádiz pueda ser menos competitiva en el comercio, en la industria, incluso a nivel turístico. En definitiva, es un lastre económico de primer orden, como han denunciado en numerosas ocasiones los miembros del la Confederación de Empresarios. Cádiz no puede ser competitiva si juega siempre en inferioridad de condiciones, si desde los organismos oficiales no le ponen remedio a su atraso endémico en infraestructuras.
Cádiz está viviendo, en esta semana, esos días señalaítos de los que hablaba Raimundo y retomó Juan Carlos. Pero cuando oigamos a determinados políticos llenarse la boca con Cádiz habrá que recordarles que no sólo de pasodobles, tangos, parodias y cuplés se vive en esta tierra. Que los transportistas tienen que poder atravesar la provincia sin ese tramo tercermundista entre Algeciras y Vejer, que las dos Bahías deben tener una conexión a la altura de su importancia logística. Que, por lo menos, debe haber un plan sobre la mesa aunque luego se amarillee el papel en el que se trace, como ha ocurrido con tantas obras en la provincia de Cádiz. Los días señalaítos para Cádiz deben ser todos. No es mucho pedir al Ministerio de Fomento que, al menos, señale uno.
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