La brújula ciega de la ideología
La Justicia ha vuelto a sacar los colores al equipo de Gobierno; ahora, por el sectario cese del anterior gerente de la Fundación de la Mujer
![La Voz de Cádiz: La brújula ciega de la ideología](https://s2.abcstatics.com/media/opinion/2021/09/04/v/gerente-kyoH--1248x698@abc.jpg)
«Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social». Así reza el artículo 14 de la Constitución española, en unas palabras que conocen ... hasta los escolares pero a las que parece ajeno el equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Cádiz, que cesó al anterior gerente de la Fundación de la Mujer, José Carlos Vera, por la única razón de que era un hombre. La Justicia le ha vuelto a sacar los colores al Ayuntamiento de Cádiz y le ha obligado a readmitirlo en su puesto.
Podría definirse como errónea, precipitada o irreflexiva la decisión que se adoptó de cesar a Vera en su cargo. Todo sería grave viniendo de una administración pública, pero más lo es que el adjetivo que mejor le encaja es el de sectaria. Se tomó la determinación con la única guía que tiene este equipo de Gobierno: la ciega ideología. Una ideología que no tiene en cuenta ni los méritos contraídos por Vera (un experto en violencia de género que da charlas sobre cómo se debe actuar en estas situaciones) ni su capacidad de hallar consensos (las distintas asociaciones de mujeres de la ciudad, a las que se ignoró, mostraron públicamente su apoyo a este profesional). Una ideología que es una nueva vergüenza para el Ayuntamiento (el juez dice a las claras, que el cese es improcedente) y un sobrecoste para los gaditanos, ya que la sentencia establece que debe pagársele por los dos años que ha dejado de percibir injustamente su sueldo.
En la entrevista que publica hoy LAVOZ, el verdadero gerente lamenta que ha sido una lucha de David contra Goliat. No dedica malas palabras al equipo de Gobierno, al que emplaza a empezar a trabajar para lograr devolver a la Fundación de la Mujer a la buena sintonía que tenía antes de la cacicada de su cese, pero deja entrever el calvario que le ha supuesto ser señalado públicamente por la administración, que le ha dicho que no valía para trabajar simplemente por razón de su sexo. Vera, también policía local, ha vencido en esta ocasión al gigante porque ha decidido (y podido) ir a los tribunales, pero cabe preguntarse cuántos David sin recursos están quedando vencidos en las batallas ideológicas de este ayuntamiento.