El atasco de Cádiz
La negativa de la Policía Local a hacer horas extras por el conflicto de las RPT repercute en el caos circulatorio y el colapso en este Domingo de Carnaval
Ni pasodobles míticos, ni inversión en campañas publicitarias, ni el grito unánime de una ciudad y una afición. El Sábado de Carnaval sigue provocando el desasosiego entre todo aquel, gaditano o no, que ama esta fiesta: botellón, suciedad, ruido, vandalismo y, en definitiva, ... un atentado contra el verdadero espíritu de esta tradición folklórica. Es producto de una concatenación de factores prácticamente imposibles de atajar y controlar, más relacionados con la educación actual, con el espectáculo de masas y esta particular forma de divertirse de jóvenes y no tan jóvenes, que también afectan a otras celebraciones como la Feria de Sevilla o San Fermín.
Pero el domingo amanece. No hay noche que no termine por rendirse al sol. Se recoge la basura, se baldean las calles y Cádiz se prepara para el Domingo de Coros y de Cabalgata . Un día que en este 2020 se convertía en una auténtica ratonera. La capital gaditana se colapsaba al mediodía. Sus infraestructuras resultaban incapaces de controlar el largo caudal de visitantes que llegaban por carretera. Quedaba esa sensación que tan poco gusta por confirmar los tópicos: Cádiz no está preparada.
Y esta vez no estaba preparada en parte porque ha estallado el conflicto con la Policía Local en la Semana Grande de la ciudad . Los agentes han decidido no realizar horas extras en esta campaña carnavalera debido a que el Ayuntamiento no ha solucionado el problema con la Relación de Puestos de Trabajo (RPT). El caos ha supuesto uno de los lunares de este arranque de Carnaval, provocando la exasperación de estos turistas que no comenzaban el día con una sonrisa.
Después de todas las horas, incontables, que se dedican a la organización del Carnaval, hay que comprender que la gestión no se queda solo en cuántos días debe tener el COAC, el número de agrupaciones para la Gran Final o la elección del pregonero. Hay muchos empleados que reclaman una regularización de sus servicios y que saben que en días como estos encuentran el altavoz perfectos para ser escuchados por toda la ciudadanía. Y la RPT es uno de esos asuntos subrayados en rojo de un equipo de Gobierno desbordado que hasta en Carnaval tiene a la ciudad atascada.
