Opinión
Atacar a los narcos donde más les duele
La lucha incesante contra los grupos de traficantes no cesa pero las investigaciones sobre blanqueo necesitan de refuerzos por su complejidad
La realidad es la que es. Y así lo demuestran las cientos de operaciones que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado vienen realizando de manera más incesante en los últimos años contra el narcotráfico en toda la provincia de Cádiz. De ellas se ... da parte casi semanalmente. Se habla de decenas de detenidos, de droga incautada, de registros pero también de muchos bienes decomisados . Investigados que, a pesar de no tener trabajos oficiales, legales, de no estar dados de alta en ninguna actividad profesional, acumulan una riqueza que ya quisiera para sí cualquier empleado de cualquier empresa. Coches, casas, miles de euros en metálico... que forman parte también de este negocio ilícito que se resume en una cosa:dinero.
Y ese dinero hay también que investigarlo. De hecho, y como suelen repetir una y otra vez todo las fuerzas (policiales y judiciales) que luchan contra el narco, es el origen y final de todo y atacarlo es darles donde más les duele.
Por ello es necesario reforzar este tipo de intervenciones. Dar todos los medios necesarios a quien se encarga de ello para que estas pesquisas pueden tener su efecto. Las diligencias necesarias para desenmarañar estas redes de testaferros, sociedades pantallas, productos bancarios... son complicadísimas. Desenredar y dar con los que están detrás de esas riquezas es lento y tedioso ya que se necesita de manera constante de los permisos legales pertinentes para poder llegar al que las pone en marcha y las mantiene. Y una vez que se llega a ellas, poner rostro y nombre a quien intenta ocultarse a través de otros, familiares o personas de confianza, para lavar su dinero y poder vivir de ello.
Si se ataca en ese flanco, si no se les permite que el traficar con droga les haga tener millones de euros a su disposición y se lo puedan gastar como quieran, se conseguirá ganar buena parte de la batalla. El castigo penal es imprescindible, es lo que marca la ley, pero si entran unos años en prisión (muchas veces con penas conformadas y reducidas) y luego salen y les espera fuera un mundo lleno de lujos y satisfacciones poco se habrá conseguido. De ahí también la reincidencia de estos delitos, de ahí que les pueda seguir llegando a compensar el seguir delinquiendo si sienten que, a pesar de todo, salen ganando.