EL APUNTE
El astillero de Cádiz aguanta la crisis
Un goteo de barcos para reparar garantiza carga de tabajo hasta final de año
El coronavirus ha golpeado con fuerza al sector de los cruceros. Compañías como Pullmantur, filial española de Royal Caribbean, ha dado en quiebra y hoy su flota se dirige hacia el desguace. Sale más rentable achatarrar que mantener vivo un buque a la espera de ... la mejora económica. La situación ha llevado a las grandes navieras a aplazar las inversiones previstas en la reforma de sus cruceros, lo que ha propinado un duro varapalo a Navantia, referente en la reparación de estos barcos. Sin embargo, el astillero de Cádiz ha sabido reinventarse y sobreponerse a la adversidad buscando alternativas. Su equipo comercial buscó nuevos clientes en el sector de los barcos gaseros y petroleros y en estos momentos , el astillero gallego de Fene, ha salido a flote con la reparación de estos barcos. Por lo que respecta al de Cádiz, la mejora ha venido de la mano de ferrys y buques logísticos además del ciclo de vida que le practica a los barcos de la Armada que se encuentran en la Base Naval de Rota. Un goteo de barcos de estas características garantiza, por ahora, la carga de trabajo en la factoría de la capital hasta final de año.
La dirección de Navantia ya negocia con varias compañías de cruceros la posibilidad de retomar en el primer trimestre del año que viene las obras que habían sido programadas en 2020 y que han tenido que aplazarse por el estallido de la pandemia. Una de estas compañías es la norteamericana Carnival, que tiene dos cruceros en la Bahía, el ‘Victory’ y el ‘Fascination’, a la espera de destino. Ambos llegaron para abordar una profunda reforma, pero las nulas expectativas que se ciernen sobre el sector han abortado la operación. Por lo que respecta al astillero de San Fernando, la carga de trabajo está garantizada hasta 2022, fecha en la que está previsto que se entregue la última de las cinco corbetas que se construyen para Arabia. No obstante, Navantia y el gobierno saudí negocian ahora otro contrato naval para la construcción de dos buques anfibios y desarrollar además un programa de fragatas. El Gobierno de Riad está interesado en la compra de dos buques anfibios para el transporte de tropas con capacidad para el despliegue de blindados, helicópteros y lanchas de desembarco. Este encargo, de salir adelante, mantendría al astillero isleño con carga de trabajo durante, al menos, cinco años mas. En cuanto a la factoría de Puerto Real, la más necesitada de carga, los planes de futuro se centran ahora en la culminación de los tres contratos offshore que desarrolla y en la construcción del séptimo BAM para la Armada.