El Apunte

Asignatura pendiente para todos

La campaña de la Diputación nos abre los ojos sobre el peligro del consumo de pornografía descontrolado por parte de los jóvenes gaditanos

Fotograma de la campaña 'No es sexo. No es gratis'. Diputación

Puede ser un tema que nos haga reír infantilmente o que nos parezca una chiquillada. Pero el acceso a la pornografía de los jóvenes es un asunto preocupante en el que las administraciones, más vale tarde que nunca, empiezan a tomar medidas. Los datos de ... los observatorios de la Infancia muestran que la edad en la que los jóvenes comienzan a ver porno ronda los 8 años y que un altísimo porcentaje de quienes tiene 12 ya lo han visto. Además, los chavales no tienen conciencia de que eso suponga ningún problema y la gran mayoría asume que el tipo de relaciones sexuales que se reproduce en los contenidos para adultos son las habituales entre los adultos.

La campaña de Diputación ‘No es sexo. No es gratis’ pone el acento en varios aspectos que hay que subrayar. Uno de ellos es el hecho de que la pornografía, en un porcentaje casi exclusivo, reproduce y perpetúa los roles machistas más descarnados. La mujer pasa a ser un instrumento más del placer masculino, un juguete desprovisto de alma y sentimientos que se despersonaliza hasta el máximo y que no tendría sentido por sí solo. Este tipo de comportamientos, además, no desdeñan el uso de la violencia o la dominación para dejar claro quién tiene la posición de poder. Otro de los aspectos de la campaña es remarcar que detrás de las producciones pornográficas hay empresas que lo único que buscan es el enriquecimiento a toda costa. Ni pretenden ser realistas ni les importan las consecuencias de los vídeos que se suban, solo les preocupa el dinero de quien ve los vídeos.

Es de agradecer este tipo de campañas públicas, en especial cuando a los destinatarios se les habla de una manera clara, sin paternalismos. Los adolescentes deben tener las herramientas para descubrir la plenitud del sexo más allá de los clichés de quienes les quieren vender un consumo rápido y egoísta. Se hace necesario, como ya ha apuntado la propia presidenta de Diputación de Cádiz, Irene García, que a los colegios de la provincia se trasladen este tipo de iniciativas que eviten que nuestros adolescentes y preadolescentes sean víctimas de una situación que no conocen y que, por su propia falta de herramientas, no pueden combatir.

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