Anticipación para evitar males mayores
La mala imagen de este fin de semana en Carranza debe servir para que se tome nota ante eventos como los grandes premios de Jerez
El triunfo deportivo no debe hacernos perder la perspectiva de lo que se ha vivido este fin de semana en la capital gaditana. Las imágenes de la concentración de aficionados sin guardar las distancias de seguridad , en especial el sábado, han dado la ... vuelta a toda España y han puesto a la Tacita en el punto de mira de quienes critican la falta concienciación ante los crecientes casos de coronavirus. Asomarse a las redes sociales el pasado sábado era contemplar una retahíla de descalificativos ante esos aficionados que, por la simplificación del mensaje, se hizo extensiva a los cadistas y a los gaditanos.
Pasadas las horas, las críticas han concernido a los responsables políticos y a los técnicos de seguridad, que no supieron prever una situación que, a todas luces, iba a producirse. Una vez enfrentados al problema, se vieron completamente desbordados y optaron por la vía de no actuar como única respuesta para evitar, en palabras que comparten tanto el subdelegado José Pacheco como mandos policiales, «males mayores». Sin embargo, las fuentes policiales no han escurrido el bulto y sí han reconocido que faltó previsión y que el número de efectivos para controlar a los aficionados era insuficiente. Apelar a la responsabilidad sin tenerlo todo suficientemente preparado fue un error.
En estos momentos, no obstante, lo fundamental es que no vuelvan a producirse incidentes similares en Jerez y el entorno de la Bahía ni este fin de semana, cuando se disputa el Gran Premio de MotoGP de España , ni el siguiente, cuando lo haga el Gran Premio de Andalucía. Las autoridades, además de recordar que no se permitirán espectadores, ya han anunciado que se cortarán los accesos al circuito para evitar concentraciones.
No es un asunto para tomarse a broma. Las cifras de las últimas semanas confirman el aumento de casos de coronavirus, precisamente, por esa sensación de falsa seguridad que ha transmitido la normalidad. Al igual que se exige al ciudadano que respete las medidas de distanciamiento social y que porte la obligatoria mascarilla, hay que demandarle a nuestros representantes que tengan previsto qué hacer en caso de que los insolidarios decidan ponernos a todos en riesgo. Nos jugamos mucho, porque si volver a Primera ha despertado la euforia, regresar a la Fase 0 puede generar un daño irreparable.