Analítica pos-carnaval

La sorpresa fue mayúsculas cuando vi aparecer en los informes más asteriscos y desajustes que nunca

Todos los años más o menos sobre esta primera quincena de marzo a muchos nos toca hacernos una analítica por prescripción facultativa o por el propio reconocimiento médico del trabajo. Siempre pensé que era mala fecha para realizarla porque coincide justo después ... de carnaval y muchos sabemos los excesos que cometemos durante esa semana.

Normalmente en los resultados de glucosa , por ejemplo, suelen salirnos niveles más altos que en cualquier otra fecha del mismo año. El ácido úrico , los triglicéridos y el colesterol reflejan con sus valores que nos hemos sobrepasado con la manzanilla de Sanlúcar, los chicharrones de Chiclana y las tortillas de camarones del puesto de La Guapa. Comer cualquier cosa que pilles y encima a deshora no es muy saludable, dormir o descansar poco lo es mucho menos y llevar alguna bebida espirituosa de más en el cuerpo, hace que tus análisis clínicos por esta fecha tengan bastantes más asteriscos con indicativos negativos que otras veces.

Pero este año todo es distinto, no ha habido ni ensayos ni carnaval y como siempre fui a hacerme mi oportuna analítica con más esperanza que nunca de ver desaparecer los dichosos asteriscos. No ha habido carnaval, no ha habido excesos, ni copas de más, ni comidas abundantes, no habido nada que impidiera celebrar que los efectos por una vez fueran positivos debido a las actuales circunstancias. Me hice mi habitual analítica y llegaron los resultados. La sorpresa fue mayúsculas cuando vi aparecer en los informes más asteriscos y desajustes que nunca .

Mi bioquímica general indicaba que, en los niveles de sonrisas , cuyos guarismos oscilan de 50 a 1.000 sonrisas-gramos cada día, estaban muy por debajo de diez unidades por lo que necesitaba urgentemente una medicación para ello. En los niveles de abrazos , donde se indica que para estar sano y estable con mi felicidad se precisan de 20 a 30 abrazos-gramos al día, solamente me surgían de 1 o dos a la semana y esos números me ponían un asterisco en negrita con la recomendación de un tratamiento inminente. Seguía mirando el informe y llegué al apartado de los besos , qué desilusión. Lo recomendado que suele venir entre paréntesis, es de 50 a 100 besos- gramos diarios y a mí me ponía que había tenido de 2 a 3 por mes, vaya disgusto. Cuando llegué al capítulo de caricias y achuchones sexuales los informes aconsejaban de 3 a 4 orgasmos-gramos a la semana y a mí me revelaban de 3 al mes y que para colmo 2 de ellos, habían advertido que fueron en solitario.

El asterisco era un símbolo que estaba empezando a odiar con fuerza porque tenía la expectativa que este año no saldría ninguno y fíjense cuantos llevaba ya. Lo peor estaba por llegar cuando alcancé el lugar donde en el renglón de la analítica ponía el parámetro de la alegría . Con tristeza vi que llevaba doble asterisco y en negrita. Los niveles aconsejaban que la alegría personal, para estar bien con uno mismo, debería ondular entre 22 y 28 días alegres-gramos al mes y a mí me afloraban solo 5 días pelados y mondados.

Una analítica nefasta en casi todos los resultados como ven, pero que curiosamente cuando llegaba al final de la lista de parámetros especiales de emociones, expresiones de afecto y felicidad, me llevé la mayor de las satisfacciones. Aparecía uno sin asterisco y con un guarismo que sobrepasaba lo máximo permitido, un infinito.

Ese parámetro era la esperanza.

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