Altadis busca inquilinos
El complejo industrial que compró Zona Franca tras el cierre de la empresa de tabacos no termina de atraer a nuevos inversores
El complejo industrial de Altadis, junto al puente de Carranza, sigue semivacío. El Consorcio de la Zona Franca de Cádiz se hizo en 2015 con este suelo por 37,5 millones de euros. El objetivo de esta operación urbanística no era otro que ampliar el ... recinto interior aduanero y captar con ello nueva inversión para la Bahía. Sin embargo, la oferta de Altadis no parece atractiva o, al menos, es lo que se desprende de su actual ocupación. Los más de 130.000 metros cuadrados que se abren entre el club deportivo Elcano y la Ronda de Vigilancia se han integrado al recinto interior de la Zona Franca, pero solo dos empresas han dado el salto para instalarse en este complejo. La primera de ellas fue Fricking, una empresa de diseño de camisetas, y la otra, LTK, una compañía especializada en la logística y almacenamiento de estructuras aeronáuticas que trabaja para Alestis Aerospace. Esta empresa, precisamente, cambió de manos el pasado febrero tras su adquisición por la alemana Rhenus, un gigante de la distribución. El complejo industrial Altadis presenta en estos momentos un aspecto fantasmagórico. Lo que se vendió como una alternativa de futuro y desarrollo para la Bahía no ha podido, por ahora, cumplir con las expectativas. El suelo de Altadis ha tenido varios novios en los cinco años que lleva bajo la dirección de Zona Franca. Por un lado, la sociedad Genius Tobacco intentó en 2016 montar en una de sus naves una distribuidora de tabaco, pero esta empresa no llegó a reunir los requisitos mínimos para implantarse en estos terrenos. Posteriormente fue Torrot la que apostó por el suelo de Altadis. La empresa catalana de motocicletas presentó un ambicioso proyecto para fabricar en Cádiz una nueva moto que estaba llamada a revolucionar el sistema de movilidad urbana.Se trataba del Velocípedo, una moto eléctrica que funcionaba con baterías. Los primos Contreras, Iván y Rafael, uno CEO de Torrot y el otro presidente de la antigua Carbures, firmaron el contrato de alquiler de una de las naves de Altadis para ubicar en ella la línea de montaje. En febrero de este año, los nuevos propietarios de Torrot, el fondo de capital riesgo Black Toro y la austriaca KTM, confirmaron que el proyecto de los Contreras era inviable. Tampoco ha sido posible que la empresa de aprovisionamiento naval Bayport cambie sus instalaciones de Tres Caminos por Altadis. Un contratiempo tras un informe geotécnico ha abortado la mudanza. Igualmente, también se fue al garete la posibilidad de que las oficinas de Altadis se convirtieran en la clínica del Grupo López Cano. En este caso, el Ayuntamiento de Cádiz no vio clara la operación. Zona Franca ha dado luz verde al desmantelamiento de las naves metálicas de Altadis para reordenar el espacio y ofrecer este suelo de forma más atractiva a los inversores.