La agonía del sector servicios
Los ERTEs en bares, restaurantes y comercios se han multiplicado en la provincia con la segunda oleada del Covid
Los últimos datos publicados por el Ministerio de Seguridad Social correspondientes al mes de octubre revelan que la mayor parte de empresas y trabajadores que siguen bajo un Expediente de Regulación Temporal de Empleo ( ERTE ) son bares, restaurantes, comercios y agencias de viajes. ... El estallido de la segunda oleada de contagios del coronavirus ha generado un tsunami de medidas laborales en el sector servicios, incluido el cierre de establecimientos. El sector de la hostelería y del pequeño comercio, en manos de pymes, es sin duda el más castigado por los efectos letales que ha traído la pandemia. Las limitaciones de aforo, las medidas de seguridad y las restricciones horarias han dado al traste con un sector que era la joya de la corona en la provincia de Cádiz. En la provincia seguían en octubre bajo el paraguas del ERTE un total de 2.763 empresas, 406 menos que en septiembre, y 9.015 trabajadores, lo que significa 1.178 menos que en septiembre.
Los datos revelan una bajada, pero evidencian que quienes siguen en esta situación son los mismos: el sector servicios. Casi 20 de cada cien trabajadores en ERTE en Cádiz trabaja en la hostelería y y casi nueve de cada cien, en el comercio. En relación a la pérdida de músculo empresarial en la provincia cabe resaltar que Cádiz tenía en septiembre del año pasado un censo empresarial de 33.454 cotizantes a la Seguridad Social frente a las 31.382 de ahora, lo que significa una caída de 1.672 0, sin contar en este computo el régimen de autónomos. La cifra ha ido bajando y, en el mes de octubre, el censo se ha recortado en otras 130 empresas, lo que ha dejado un número de cotizaciones industriales a la Seguridad Social en 31.252. Una de las conclusiones más impactantes de la situación que atraviesa el hasta ahora principal motor de la economía gaditana lo ha ofrecido el presidente de la patronal de hostelería, Antonio de María Ceballos, que ha confirmado que algunos proveedores ya han dejado de suministrar a determinados bares y restaurantes de la provincia que seguían abiertos ante el impago de facturas. Los empresarios viven una situación agónica desde que se decretó en marzo el estado de alarma en nuestro país. Esta situación se ha ido agravando con el paso del tiempo hasta condenarlos a un cierre definitivo.
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