Adiós con todos los honores
Álvaro Cervera es ya parte de la mejor historia del Cádiz CF y como tal debe ser reconocido, pero el equipo necesitaba un cambio de rumbo
El de ayer no fue un día feliz para el cadismo. Nunca lo es cuando se produce la destitución de un entrenador, porque significa que las cosas no marchan bien deportivamente. Pero lo de ayer fue mucho más. Álvaro Cervera es, por méritos propios, el ... mejor entrenador de la historia del Cádiz CF. Su trayectoria así lo avala, los datos así lo corroboran. Ascenso de Segunda B a Segunda y de ahí a Primera División, donde el año pasado logró la permanencia con solvencia. Sin embargo, su figura va mucho más allá de lo meramente deportivo. Cervera ha logrado implantar, sobre todo entre los aficionados más jóvenes, una especie de filosofía futbolística e incluso de vida, reflejada en su lema «La lucha no se negocia». Casi desde el principio se ganó el respeto de la afición, conquistó su cariño por sus gestos, por sus siempre sinceras palabras en las ruedas de prensa, por su profesionalidad. Hasta por su imagen. Siempre será recordado como ‘El Gafa’. Álvaro Cervera se merece el mayor de los reconocimientos por parte del club y de los aficionados. Merece una despedida a la altura de lo que él le ha dado a la entidad. Y seguro que hoy en su adiós oficial así le harán llegar en persona el afecto que ayer ya se reflejaba a través de las redes sociales.
Es duro ver marchar a quien tanto ha dado, pero aquí el tópico cobra más fuerza que nunca: el fútbol es así. Y la vida debe seguir. Nadie, absolutamente nadie, está por encima de la entidad. Ni siquiera Mágico González, por citar al mayor mito del cadismo. El club, su presidente, está obligado a pelear hasta el final por el objetivo, que no es otro que la permanencia en Primera División. Y lo cierto es que futbolisticamente el equipo se ha caído esta temporada. Y necesitaba un revulsivo más allá de los fichajes que puedan llegar en este mes de enero. Hasta el propio Cervera reconocía tras la triste derrota en Pamplona ante Osasuna que quizá una de las soluciones pasaba por su destitución. Puede salir bien o puede salir mal. El tiempo lo dirá. Pero hoy ya comienza una nueva etapa, con Sergio González al frente, al que sólo cabe desearle toda la suerte del mundo. Quedan 18 partidos de Liga. Un mundo.
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