EL APUNTE

Adelante ya es pasado

Las ambiciones personales y los conflictos económicos de los que venían a limpiar la política liquidan la marca

Teresa Rodríguez en una foto de archivo. L.V.

Los interesados en la historia política andaluza podrán anotar en sus anuarios la fecha de ayer como la de una defunción. Esa mezcolanza llamada Adelante Andalucía formada por Anticapitalistas (partido al que pertenecen Teresa Rodríguez y José María González ‘Kichi’), lo que queda de Izquierda ... Unida y Podemos, entre otras microformaciones, ya es historia. Una trifulca interna por manejar los resortes del grupo parlamentario y, sobre todo, la asignación económica que recibe ha hecho saltar por los aires un artefacto electoral que nunca tuvo recorrido. El único factor que lo unía es el rencor hacia cualquier viso de política democrática, conservadora o liberal (el nombre de uno de los partidos lo dice todo) y los proyectos basados en el odio nunca suelen tener una trayectoria larga ni fértil. La Mesa del Parlamento decretaba ayer la expulsión de Teresa Rodríguez y siete afines a petición de la propia portavoz de Adelante Andalucía. Desde ahora son, oficialmente, tránsfugas. Es curioso que vayan a tener esa condición ocho parlamentarios que se subieron a una ola de indignación ciudadana para aprovecharse de ella, que decían que venían a «limpiar» la política y que no eran como los demás, como el resto de partidos acomodados, ajenos a los intereses de la gente. Al final, han acabado dinamitando su proyecto político por ver quién maneja las cuentas corrientes del grupo y quién decide el destino del dinero público. Los que presumen de hacer donaciones y vivir modestamente se atacan por el manejo de unas cuantiosas transferencias.

Hay que recordar que ha sido Adelante Andalucía quien ha pedido en el Parlamento, a través de IU, estas expulsiones al entender que los diputados en cuestión están «en situación de transfuguismo» tras abandonar el partido de Pablo Iglesias. Ya durante la última campaña electoral de las municipales de 2019, el alcalde de Cádiz se erigió en el mayor referente de la oposición interna a la dirección de esa amalgama que es Podemos. Si ahora han roto por dinero, entonces las discrepancias fueron por una inoportuna mansión en Galapagar del examado líder nacional. Pablo Iglesias se esforzó entonces por no pisar Cádiz y ahora serán Teresa Rodríguez y siete compañeros los que no pisarán más el Parlamento de Andalucía como diputados de Adelante. Serán no adscritos. Estarán en el limbo, en ningún grupo porque ni el suyo los quiere. Todo por un quítame, o no, esos miles de euros.

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