Un 2022 ilusionante, pero lleno de trabajo
La provincia tiene por delante doce meses para sacar adelante algunos de los proyectos que llevan años aparcados en el cajón de las administraciones
La provincia lleva un par de años a medio gas. La pandemia del coronavirus ha hecho que los grandes proyectos de la provincia, si no detenidos, sí que se hayan quedado en un segundo plano ante la emergencia sanitaria que ha supuesto el coronavirus. El ... que como provincia nos veamos sumergidos de lleno en los rigores de la sexta ola de esta enfermedad no es óbice para que se tenga cierta altura de miras y se columbre el horizonte inmediato que nos espera como sociedad. Y que se analice cuáles son los retos que deben afrontar los municipios gaditanos, que no pueden dejar pasar el tren de la lluvia de millones de los fondos Next Generation. Sobre todo porque muchos de los proyectos inmediatos que tenemos como provincia son, en rigor, demandas que llevan años aguardando su oportunidad en el cajón de las distintas administraciones.
Quizá sea la capital la que más urgencia tenga por reactivar una actividad que, desde que llegó al ayuntamiento el equipo de Podemos, con sus múltiples nombres y derivaciones, ha quedado parada. La ciudad reclama una solución urgente a los problemas de aparcamiento que la aquejan, en especial en la zona centro, donde no queda ni un lugar libre de pago ni para los vecinos ni para quienes se acercan a comprar. Una solución al creciente problema de los sintecho y una apuesta decidida por el turismo también son dos de los retos que deberá de abordar el equipo de Kichi entre cambio de nombre de calle y declaración institucional vacua.
En el resto de la Bahía, los retos no son menores. San Fernando mira al futuro con el objetivo de aprovechar sus joyas de Camarón y Camposoto para atraer a los turistas, mientras que Chiclana necesita, de una vez por todas, consolidar un plan urbano que dote de orden al crecimiento demográfico del que goza desde hace una década.
En Puerto Real, se arrastra la vieja demanda –ya con dinero– de arreglar el nudo de Tres Caminos y de definir un futuro ante una industria que ha ido menguando en los últimos años. En El Puerto, la recuperación del río como espacio de convivencia centra las miradas del alcalde y del equipo de Gobierno. Y en Jerez, se debe seguir aprovechando el potencial logístico del aeropuerto, con la mayor inversión que eso requerirá.
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