19-J: Una campaña que confirma el peso de la provincia
Las visitas de todo tipo de líderes y candidatos dan una idea muy clara de la trascendencia de los resultados que se produzcan en tierras gaditanas
La ciudad de Cádiz, por su número de habitantes y por su peculiar urbanismo, carece de marcadas diferencias sociales ni territoriales. De tal suerte, el municipio es, pese a su carácter administrativo de capital, una especie de gran pueblo donde casi todos, de una manera ... directa y, muy especialmente, indirecta, se conocen. No hay que olvidar que otra ciudad de la misma provincia, Jerez, le dobla en población y eleva a la enésima potencia la extensión de su término municipal. Pero esa presunta falta de protagonismo político y demográfico, geográfico, de Cádiz como localidad nada tiene que ver con su potencia como provincia. Diversa y riquísima, con casi 1,3 millones de habitantes (la tercera de Andalucía según este criterio), con dos ciudades con mayor censo que la capital y media docena por encima de los 50.000 vecinos. Es, a escala andaluza, una potencia electoral, también económica, exportadora y productora en determinadas áreas. Esta condición queda clara con las elecciones autonómicas que llegarán el 19 de junio y que han visto comenzar en las últimas horas su periodo de campaña formal (el informal dura casi el resto de tiempo entre convocatorias). Ese peso político y social toma forma en el interés que los principales dirigentes de todas las formaciones ponen en pasar por algún punto de la geografía gaditana. Todos, de la izquierda más radical a VOX, de los miembros del Gobierno autonómico a los del Ejecutivo nacional, ministros, presidentes, diputados andaluces o estatales y, sobre todo, aspirantes a entrar o volver al Parlamento de Andalucía saben que tienen en Cádiz una plaza esencial por número de electores potenciales. De nada servirá esa capacidad previa si no se traslada al terreno de los hechos. Si hay algún tipo de desmovilización por desánimo (en el caso de la izquierda fragmentada) o por exceso de confianza (en una derecha a la que le dan por garantizado el triunfo), ese potencial quedará en mucho menos. Incluso, en casi nada. La voluntad popular debe expresarse en las urnas y en libertad, más allá de las encuestas y los actos electorales. Pero parece justificado que se decida el voto con la conciencia de relevancia en Andalucía que ha caracterizado a la población gaditana a lo largo de su historia.