Opinión

Era un boceto

No sé qué mundo dejaremos a nuestros hijos ni sé de qué manera los puedo proteger de los «bocetos»

Yolanda Vallejo

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Dice un refrán castellano que «a falta de hombres buenos, a mi padre hicieron alcalde», o lo que es lo mismo, que «a falta de pan, buenas son tortas». Y el refranero será antiguo, casposo, ripioso y todos los adjetivos que usted le quiera atribuir, ... pero es de lo más certero. Es por eso que casi prefiero el diccionario de Covarrubias –el de Autoridades– al de la RAE, porque a veces la definición más acertada la tiene la tradición literaria. «Los que saben poco extienden su lengua en cualquier cosa que tienen por novedad», decía el marqués de Santillana, que será todo lo antiguo y ripioso que queramos, pero tiene la virtud de actualizarse continuamente y de poner el dedo en la llaga que más supura. Vivimos tiempos de tortas –en el sentido literario, claro- en los que cualquiera vale, cualquier cosa vale y con todo nos conformamos.

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