IN MEMORIAM
Julio Malo de Molina, quiñonero de honor y autor del cartel de la Ruta de 2015
Hablador empedernido, activo y entusiasta, enamorado de Cádiz, arquitecto, escritor y gadita de adopción
«Cuando yo conocí personalmente a Fernando a principios de los años ochenta, acababa de publicar en Alianza Editorial su colección de relatos cortos “Con el Viento Sur”, uno de ellos se titula “El Arquitecto” que no trata para nada de tan noble oficio, es ... un cuento onírico y muy complejo, pero a ambos nos sirvió como pie de amigo para iniciar largas conversaciones sobre la ciudad y las partes que la componen. Cómo no hablar de arquitectura en Cádiz que parece realmente un solo edificio sujeto a la mar sobre un basamento de piedra ostionera, Palacio Marino en el cual las calles son los corredores, y las plazas los patios de la gran pieza. Por eso, tanto el poeta como yo mismo, hemos denostado juntos de los elementos ajenos que se han introducido contra esa lógica precisa de modelo urbano compacto y homogéneo, en el cual cada parte se subordina al conjunto». Malo de Molina, Julio: “Fernando y el Centi”, en El Cádiz de Quiñones, Cazador Editorial, Cádiz, 2018, pp.245-247
Muchos de nosotros ni siquiera recordamos como llegó a nuestro locus, pero cuando nos habíamos dado cuenta, él no solo estaba siempre sino que además aparecía en todas partes. Hablador empedernido, activo y entusiasta, enamorado de Cádiz, arquitecto, escritor y gadita de adopción y reconocimiento nos trataba de amigos, colegas, camaradas y nos hacía sentirnos mejor con su presencia. Fiel a sus principios y sus ideas, amigo de sus amigos, encontró una familia cultural entre los socios y socias de Quiñones, colectivo al que no dudó en hermanarse y en el que participaba activamente . Malo nos regalaba fotos de cada momento compartido y siempre sus palabras. Julio leía en los encuentros y tertulias, aportaba ideas, se encargó del cartel de la V Ruta Quiñones junto a Salvartes y gracias al Centro Andaluz de las Letras, dirigido por nuestro Juan José Téllez entonces; contribuyó diseñando la exposición, el catálogo y las portadas que se elaboraron por el año Quiñones. La asociación lo reconoció como Quiñonero de honor en 2018. En el ciclo de verano de este año y con José Manuel Serrano Cueto, también contamos con su compañía, vino a recoger los poemarios que en breve presentaría Charo Bolaños.
Julio Malo ejerció de comisario en las exposiciones de fotografía, pintura e ilustraciones que en torno a las rutas de 2016, 2017 y 2018 se llevaron a cabo en restaurante la Quilla . La de fotografía se ha convertido en una permanente del Espacio Literario Fernando Quiñones, gracias a la donación que Maribel Téllez y Rafael Machuca nos hicieron de la misma.
Y ahora, pues, Julio nos ha dejado solos aunque henchidos de su recuerdo, el apoyo, la compañía y su obr a. Porque la obra de Julio Malo de Molina no es solamente arquitectónica, oficio al que dedicó su vida, sino también creativa y literaria. Echaremos de menos sus artículos de La Voz, que podíamos leerlos a través de la publicación de vocento, de “Con la venia”, del correo electrónico que nos enviaba puntualmente cada sábado a Amigos de Quiñones, al grupo de whatsapp, a la mensajería de messenger y a la subida en el muro con la cincuentena de personas etiquetadas. Incansable. Imposible que dejase indiferente a nadie, demasiado entrañable para que así fuera. Porque además nos trajo a su Helena de Troya, a Carmen, la misma que ahora cual testigo leal, día a día, trae a nuestra memoria, cada una de las ocurrencias, de las palabras y pensamientos que el arquitecto nos estuvo regalando durante años a través de las redes sociales.
¡Cuánto te estamos echando ya de menos, aunque para nosotros no te irás nunca!
“Hasta hace un ratito…petao oye, éxito de crítica y de público, sobre todo de público. La Caleta hasta la bandera. Comenté: a la gente se la distingue por la segunda cosa que mejor hace. ¿Qué hizo célebre a Fernando Quiñones? Su pericia sensible en el manejo del verbo, la metáfora exquisita, la aliteración alegre, la metonimia inteligente, como probaron declamando sus textos Juan José Téllez y Blanca Flores, entre otros. Pero antes que eso su cualidad para gozar y hacer gozar la amistad. Por eso ha sido una fiesta de la amistad. En la cual han participado numerosas famas, numerosos cronopios. Echamos de menos a Mamen Fraisoli del Cuvillo y a Carmen Juliá Juliá.. Porque son estupendas. Otros y otras sí vinieron y siendo las 2.30 de la madrugada les acabo de despedir”. Julio Malo de Molina, Cádiz, 6 de marzo de 2016.
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