Bautismo
Han pasado 51 años desde que escuché a Los Forjaores pero conservo los 11 y mis oídos atentos igual que aquel día
![Bautismo](https://s2.abcstatics.com/media/opinion/2022/06/02/v/paco-ky5E--1248x698@abc.jpg)
Aquel día mi padre me llevó a escuchar una comparsa. 1971, tenía yo 11 años. Fue en la Peña La Estrella. El local estaba abarrotado, así que nos quedamos en el bullicio enorme de gente que se agolpaba a sus puertas. Yo apenas veía, porque en aquel mar de adultos mis ojos no alcanzaban. Y de repente, cuando empezaron a sonar esas voces en la distancia sentí algo que nunca había vivido. Unas guitarras y una melodía cantada que, junto con el repique de un sonido de yunque al compás, me dejaron embobado. Eran Los Forjaores, de Paco Alba. Siempre supe que aquel fue el día que me vino el Carnaval. El Carnaval cantado, porque lo anterior sólo fue juegos de niños y miradas infantiles siguiendo chirigotas y otros que pasaban. A partir de entonces lo viví todo. Escuché cientos de grabaciones que tenía en casa, aprendí a tocar la guitarra, canté con mis amigos y en Fragela, todo lo de todos, imitándoles.
Y hoy, después de haber oído tanto en los años que corrieron, cuando alguien me pregunta sobre mi agrupación favorita, siempre digo Los Forjaores. Desde entonces, oyendo todo lo posterior, incluso siendo yo un participante, han habido muchísimos momentos en que me he dicho cuánto me hubiera gustado hacer esa presentación de alguien, aquella música tan bonita de otro, esa letra tan buena que uno escribió y yo no. Con la misma admiración que sentí aquel mismo día hacia hacia aquellos hombres y he seguido manteniendo viva. Es una confesión, inconfesable cuando la competición de coplas gaditanas puede nublar la honestidad de aficionado. Y seguiré sintiéndolo así, tal como en 1971, sorprendiéndome de tanto bonito y bueno que sigo viendo hoy. De los que estuvieron, están y vienen. Las comparsas de hoy suenan distintas de aquellos Forjaores, quizás mejor en su sonoridad. Cosa de épocas. Pero la esencia es la misma. No sé por qué voy a comparar y buscar algo malo que no tienen. Mi más sincera admiración. Han pasado 51 años, pero conservo los 11 y mis oídos atentos igual que aquel día.