OPINIÓN
Arquitectura jeroglífica
Es una idea de Antonio Miranda, catedrático en la Universidad Politécnica de Madrid y uno de los críticos de Arquitectura más lúcidos que conozco
Es una idea de Antonio Miranda, catedrático en la Universidad Politécnica de Madrid y uno de los críticos de Arquitectura más lúcidos que conozco: la arquitectura institucional es arquitectura jeroglífica. Por su parte, Giulio Carlo Argan, historiador del arte que fue alcalde comunista de Roma, ... sostenía que obras como la pirámide de Pei en el Louvre y el Guggenheim de Bilbao más que arquitecturas son acontecimientos plásticos. Sin embargo, en la obra “Cien Edificios del Siglo XX”, traducida al castellano recientemente por Gustavo Gili, se revela que a los arquitectos les gusta más el Guggenheim de Bilbao que el de Nueva York. El museo bilbaíno de Frank Gehry ocupa el puesto 12, mientras que la nave nodriza neoyorquina de Fran Lloyd Wright es el 16 en la selección realizada por medio centenar de profesionales de todo el mundo para “The Now Institute”, un centro de investigación asociado a la Universidad de Los Ángeles. De este listado se deduce que Alvaro Siza no interesa o se desconoce. De Latinoamérica, solo se valoran Barragán, Niemeyer y Lina Bo Bardi que se ha convertido por fin en una arquitecta popular. Estados Unidos es el país mas representado, y África tendrá que esperar al siglo que viene. Tadao Ando, Steven Holl, Richard Rogers, Kazuyo Sejima y Rafael Moneo son algunos de los prestigiosos arquitectos que han seleccionado los inmuebles del siglo XX que supuestamente conforman un canon de la arquitectura contemporánea.
Para celebrar el segundo centenario de la Revolución Francesa el presidente François Mitterrand encargó a un arquitecto chino nacionalizado estadounidense que interviniera en una de las joyas del patrimonio francés, sin concurso previo y por designación directa. Así Pei levantó la pirámide del Louvre inaugurada en 1989. Le Monde acusó al proyectista de tratar la explanada del museo como “un anexo de Disneyland”. Hace poco mas de un mes fallecía a los 102 años de edad en Nueva York este arquitecto que nació en Cantón (República Popular China), autor de la joya de la corona de la presidencia de Mitterrand, aunque Pei defendía que lo mas importante está dentro, “la pirámide por si sola no existe”. Veintidós años después de su apertura, el Guggenheim de Bilbao ha superado críticas como las de Oteiza, quien decía del edificio que parecía la obra de un limpiabotas; ya en su décimo aniversario se ideó una campaña publicitaria para celebrarlo basado en la palabra euskera Gu, que significa “nosotros”, entonces se le otorgó el Premio Vasco Universal por su contribución a proyectar una imagen positiva de Euskal Herría. Tal es su efecto sobre la sociedad vasca que algunos analistas le atribuyen influencia en la pacificación del país.
Sin embargo, en tiempos recientes muchos lamentan la paralización de otras tantas arquitecturas públicas de carácter emblemático. Lugo lleva tres años con auditorio pero sin él, el proyecto de Angela García de Paredes y Nacho Pedrosa que evoca la muralla con una grada de 900 asientos con luz natural no se ha podido inaugurar por falta de presupuesto. El Centro de Creación de las Artes de Alcorcón se anunció en 2007 como el nuevo Guggenheim, hoy solo existe una ruina que no tuvo el final feliz del edificio vasco, pero si supero su presupuesto, el alcalde popular David Pérez siguió la política de austeridad de su partido y paró las obras. El Palacio de Congresos de Palencia, inaugurado 11 años después de su comienzo representa un enésimo Guggenheim que al menos ha conseguido terminarse.