La Voz - OPINIÓN

Se armó el Belén

Mariano Rajoy una vez más delegó en Soraya Sáenz de Santamaría

Todos corrían a ver cuál había sido el resultado de la elección final. Al ver la lista publicada hubo algunos que se llevaron una decepción, otros no. Y es que a Pedro Sánchez, después de que, a última hora, en las elecciones le floreciera la vara en forma de más escaños de los que esperaban, le asignaron el papel de San José. Él como es tan decente juraba y rejuraba que suyo no era el niño que había nacido, pero como político que era nadie le creía.

Mariano Rajoy una vez más delegó en Soraya Sáenz de Santamaría, y ésta no tuvo ningún problema en encarnar a la Virgen María, ya que era la única que estaba inmaculada de posibles escándalos. A Iglesias y a Rivera les toco ser los Reyes Magos de Oriente, y ambos gritaron al unísono que querían llevar el incienso y la mirra, por eso del olorcito tan rico que desprendían. Mientras que a Santiago Abascal, el de Vox, le dejaron el papel de Melchor, pero como nadie lo conoce no se sabe si ha llegado o no.

Todos estuvieron de acuerdos en otorgarle el papel de estrella de oriente a un cabizbajo Garzón, el cual había cruzado el cielo político con la misma rapidez que hace mas de dos mil años lo hizo aquella estrella anunciadora, para desaparecer y no volverse a saber nada de ella. Finalmente, a falta de un niño, cogieron a Íñigo, el número dos de Podemos, le pusieron unos pañales y lo metieron en la cuna, mientras que sus seguidores vestidos de pastorcitos y pastorcitas, le cantaban aquello de «y Errejón en el pesebre sonríe porque está alegre, buen solsticio de amor, Navidad ‘laicosa’ es el mensaje feliz de la izquierda española…».

Total, que tras una campaña electoral bronca, llena de ataques de unos a otros, al final se armó el Belén. Y, como si fuéramos Paco Martínez Soria, los españoles después de la cita en las urnas para participar del juego democrático de las elecciones, seguimos esperando que se vaya armando el nuevo gobierno de nuestro país.

Ahora toca saber quien pactará con quien, o quien se abstendrá. Si Mariano lo tiene complicado de cara a buscar apoyos para poder hacer un Gobierno estable, no es menos cierto que Pedro Sánchez está teniendo los problemas de puertas para dentro. El demonio le tienta con dar un golpe de timón y pugnar por la presidencia junto con su, ahora amigo, Pablo Iglesias, pero desde dentro de su casa le están poniendo pegas. A la voz de la experiencia de Felipe González se han sumado otras voces más actuales, como Susana Díaz entre otros. La presidenta andaluza no quiere oír hablar de un posible pacto PSOE-Podemos para alcanzar la Moncloa. En caso contrario, me da la sensación que precipitaría la entrada de la de Triana en la carrera por la Secretaría General de los socialistas.

Una cosa que tengo clara es que el bipartidismo no ha muerto. No solamente porque los dos partidos mayoritarios han sacado 213 diputados frente a los 137 del resto de partidos, es decir, más de la mitad del hemiciclo, sino porque los dos partidos emergentes lo que pretenden no es más que, desbancando al antiguo bipartidismo, convertirse ellos en los nuevos mesías de la política española. Removiendo de sus asientos al Partido Popular y al PSOE, para ser ellos los que ocupen esa poltrona y ya, a partir de ahí, el niño Dios dirá.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación