El Apunte
Cádiz debe estar preparada para el éxito
La buena noticia de este verano ha sido la gran ocupación turística de la ciudad; pero la mala, la sensación de que la capital estaba saturada
Hace cuatro años, desde estas mismas páginas, relatábamos lo contrario de lo que ponemos negro sobre blanco en este Apunte. El verano gaditano había prácticamente desaparecido. Se mantenía el calor, el mar y el inevitable levante, pero los turistas habían desaparecido. Pese a que la ... provincia tenía buenos datos de ocupación, la capital era, turísticamente, un erial, con la salvedad de algunos fines de semana en los que la fiesta tampoco llegaba ni a parecerse a las de la provincia. Sin embargo, en este 2021 la situación ha dado un giro de 180 grados. La ciudad rebosa como sólo lo hace en Carnaval y es prácticamente imposible sentarse a comer y, sobre todo, cenar en la calle si no hay una reserva previa. La situación no sólo es fruto de las limitaciones en los aforos del coronavirus: los datos avalan que éste es uno de los veranos con más ocupación turística en la capital, que ha superado el 95% de las plazas disponibles.
La noticia, sin embargo, deja un sabor agridulce. Y es que pese a que los gaditanos entienden la importancia del turismo para la economía de la ciudad, no puede dejar de lamentarse la sensación de saturación que existe en la capital. Como si Cádiz no se creyera su vocación turística, cuando han llegado los buenos datos de ocupación, las calles no estaban del todo preparadas. Pese a que los hosteleros han puesto todo de su parte para dar cabida a quien quiera venir, la ciudadanía ha padecido la sensación de desbordamiento. Quizá la imagen de decenas de coches haciendo cola a diario en los párkings ha sido una de las que mejor resume la falta de planificación por parte del Ayuntamiento de lo que iba a suceder estos meses.
Hasta cierto punto puede disculparse lo sucedido en este mes de agosto atípico y pospandémico no sólo en la capital, sino en zonas como El Puerto, en donde la seguridad se ha visto incluso comprometida por momentos por la avalancha de turistas. Pero esto no puede volver a repetirse. La provincia, con la capital a la cabeza, ha luchado durante años por un modelo de turismo sostenible, amable y de calidad que no puede perderse. Un turismo que haga que locales y foráneos se sientan, aparcando o en una terraza, como en su casa.
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