EL APUNTE

Hay que aparcar

Negar que hacen falta más plazas y que es posible abrir solares sin uso es absurdo y perjudicial

Las recientes palabras del delegado de Movilidad de Cádiz y del subdelegado del Gobierno tienen un punto en común: la preocupación por facilitar los movimientos cotidianos de vecinos y visitantes en una ciudad de configuración tan compleja como la capital gaditana. Aparcar en el centro ... de Cádiz es una tarea difícil que se ha complicado en los últimos años y especialmente desde la apertura al tráfico del nuevo puente sobre la Bahía, hace ya más de cuatro años. La tarea de encontrar estacionamiento es especialmente compleja durante las mañanas laborables porque es el momento en que la mayoría de ciudadanos se concentra en esta zona. También resulta especialmente molesto en las fechas de grandes concentraciones festivas o de compras, como las que acaban de terminar. Las dimensiones de la capital gaditana y el peculiar perfil urbanístico de la comarca, con grandes poblaciones separadas por unos cuantos kilómetros, más las carencias en el transporte público (aún sin tranvía, con una mínima estación de autobuses, con poca frecuencia de Cercanías y catamaranes) hace que la mayoría tienda a moverse en vehículos para hacer las gestiones de la vida diaria. Para ello, la zona azul y las bolsas de aparcamiento, subterráneas o en superficie, juegan un papel fundamental. El objetivo es doble: concienciar a los ciudadanos de que no usen tanto el coche y crear estacionamientos que impidan que invadan las zonas que más hay que cuidar de cara a comercio, vecinos, turismo y hostelería, como podrían ser el Paseo Marítimo y el casco antiguo.

Es un obstáculo que el Ayuntamiento, con el concejal de Movilidad a la cabeza, niegue que la expansión del carril-bici ha complicado la situación. Una amplísima mayoría de ciudadanos ve con buenos ojos el incremento del uso de la bicicleta porque es saludable para el clima, para los ciclistas y para sus bolsillos. Pero eso no excluye que sean necesarias alternativas, nuevos aparcamientos. El que propone el subdelegado del Gobierno, José Pacheco, en el solar de la antigua Radio Juventud es tan práctico como obvio. Ya va tarde. Como lo sería en la antigua CASA y en todos los terrenos urbanizados que llevan años y años abandonadas. Oponerse a los aparcamientos y a la utilización de zonas sin uso concreto para poder almacenar esos vehículos y liberar para el peatón otras áreas no tiene sentido. Ni por cuestiones ideológicas ni ecológicas. Los coches no van a desaparecer, simplemente estarán hacinados, mal aparcados, molestarán más. Y sus usuarios se irán a otras ciudades.

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