Antonio Soler - OPINIÓN

Numancia

Cuando el niño Albert Rivera iba camino de su casa aprendió una rara cantinela

Antonio Soler

Cuando el niño Albert Rivera iba camino de su casa aprendió una rara cantinela. Aprendió que ‘No es No’. Y se ha hecho un furibundo partidario de ese estribillo por más que odie al solista que lo puso de moda. Y lo odia precisamente porque ... ese cantante le impidió llegar a su casa, o la que él ya sentía como su casa, el palacio de la Moncloa. Las encuestas de entonces se teñían de naranja y Albert Rivera, el hombre que surgió del frío catalán, empezaba a verse como un predestinado. En esa época tan cercana Pedro Sánchez no era más que un desfenestrado, un tipo que había sido víctima del canibalismo partidista.

Artículo solo para registrados

Lee gratis el contenido completo

Regístrate
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación