Antonio Fernández Repeto
Todos somos culpables
Nuestra clase política ha desoído sistemáticamente las recomendaciones sanitarias
Sabíamos que esta segunda oleada del Covid-19 llegaría. Muchos epidemiólogos pensaban que coincidiría en otoño con la reactivación anual de la gripe y que la experiencia de lo aprendido en el primer brote de la pandemia serviría para minimizar sus efectos. Nada más lejos ... de la realidad. El rebrote, gracias a nuestra colaboración al no seguir a rajatabla las indicaciones establecidas, nos ha atacado mucho antes . Ha favorecido sin duda una desescalada a lo loco intentando recuperar el verano y justificando ese desenfreno con que con el confinamiento y las restricciones primaverales habíamos conseguido erradicar el virus, ¡qué ilusos!
Sin duda no habíamos contado con la malísima gestión político-sanitaria que se ha hecho (por todos los partidos) de esta crisis sanitaria que nos azota. Han querido mezclar churras con merinas y han basado su estrategia en querer cerrar los ojos a una realidad sanitaria (la pandemia vírica) con otra muy diferente y de peor solución: la económica y laboral.
Nuestra clase política ha desoído sistemáticamente las recomendaciones sanitarias y, como ellos son los que saben y mandan, han intentado distraer al virus con la justificación de que había que recuperar la economía del país y ahora estamos pagando las consecuencias.
Hace pocos días y ya cansados de tantos despropósitos 55 sociedades científicas representando a 170.000 profesionales sanitarios han hecho llegar a todos los gobernantes (centrales y autonómicos) el manifiesto ‘En salud ustedes mandan, pero no saben’ . Este decálogo-denuncia debe servir (y esperemos que así sea) para que, al menos a partir de ahora, nuestra clase política deje de enredar en cuestiones banales como las estrategias de partidos, las coaliciones electorales o tantas pamplinas variadas como dicen en sus peroratas, e intenten de una vez por todas aunar esfuerzos para sacarnos de esta pandemia con las menores bajas posibles. Como bien dice en uno de sus escritos el Doctor Jiménez Muñoz: «En salud mandáis vosotros porque la mayoría, tras trepar en sus respectivos partidos, fuisteis colocados en puestos de salida para las elecciones generales o autonómicas». Así es como nuestros políticos actuales consiguieron el poder, pero eso no les ha dotado ni de más luces ni de más sabiduría. ¿Para cuando las listas abiertas?
Pero toda la culpa del desastre sanitario que estamos viviendo (somos el peor país europeo en la gestión de esta pandemia) no es solo de ellos, ni mucho menos. Todos los días siguiendo los noticiarios en la de televisión comprobamos como los rebrotes, cada vez más frecuentes, se producen por auténticas imprudencias. Fiestas, botellones, reuniones multitudinarias, celebraciones de bodas o comuniones y otros muchos eventos , son el caldo de cultivo que a diario favorecen su difusión. Si todos no ponemos de nuestra parte lo que nos corresponde, esta pandemia nos va a estar azotando durante mucho mas tiempo y con peores consecuencias. Esperamos ansiosos la vacuna pero, como no colaboremos, muchos no van a llegar a verla.
Así que todos, en nuestra medida, también somos culpables .