Antonio Fernández-Repeto

¿Salud o economía?

Se están describiendo muchos casos de infectados e incluso de fallecimientos en pacientes teóricamente inmunizados con las dos dosis de vacuna

Antonio Fernández-Repeto

La eliminación del estado de alarma y la liberación (para algunos) de las mascarillas en espacios abiertos, ha supuesto la eclosión de manadas y manadas de botellones, fiestas, excursiones de fin de curso, actividades lúdicas multitudinarias y aglomeraciones descontroladas en calles o playas.

Como consecuencia ... de tan tremendo desmadre, y a pesar de la gran campaña de vacunaciones, los índices de contagios y los ratios de la pandemia han vuelto a aumentar descontroladamente. Es cierto que las afecciones que se están produciendo no presentan la gravedad ni el índice de mortalidad que en las primeras olas de 2020 ya que el rango de edad de los contagiados actualmente es menor que entonces.

Los adolescentes, con un sistema de defensas más activo y más potente frente al virus y sus variantes producen, en líneas generales, una infección, en la mayoría de los casos más benigna. Pero no siempre es así, en medicina nunca se puede generalizar y aparecen casos, también en pacientes jóvenes, de extrema gravedad que incluso llegan a poner en peligro sus vidas o lo que, a la larga, puede ser más invalidante: la aparición de los síndromes de Covid persistente de los que se han descrito ya hasta mas de 200 síntomas diferentes.

Estos pacientes, como afectación más leve y común, pueden presentar cuadros de fatiga, dificultad respiratoria, malestar general, dolores musculares y cefaleas. En otro orden de gravedad se ha descrito la presencia de disnea intensa, falta de concentración, pérdida de memoria, mareos, crisis de ansiedad y hormigueos en brazos y piernas. Y ya en los casos mas graves, que también existen, se han descrito muchos casos de fibrosis pulmonar, inflamaciones cardíacas (miocarditis) y accidentes cerebrovasculares.

Como podemos comprobar, a pesar de la ligereza con la que se esta tratando políticamente este tema, en aras de la normalización (o relativa normalización) de la economía se está poniendo en alto riesgo la salud. Nuestros políticos, sobre todo a los que ostentan actualmente el poder, han considerado, o al menos esa es la imagen que nos dan, que la pandemia es cosa del pasado y buena prueba de ello es que la remodelación gubernamental de estos últimos días va encaminada, y así la han denominado, a un ejecutivo para la recuperación económica.

La pandemia sigue ahí y está aún muy activa. Si nos informamos bien podremos comprobar como, a pesar de que las vacunaciones nos protegen, no estamos exentos de padecer la Covid-19. Se están describiendo muchos casos de infectados e incluso de fallecimientos en pacientes teóricamente inmunizados con las dos dosis de vacuna. Los hospitales se mantienen en plena actividad y en muchos se esta alterando ya su normal funcionamiento interrumpiendo incluso sus actividades programadas en aras de atender a esta nueva ola de la pandemia.

Hoy, y para colmo día de la Virgen del Carmen, mi columna quería dedicarla a otro tema pero, la gravedad de la situación sanitaria y el aparente desinterés político me han obligado a reconsiderarlo y, de nuevo, llamar la atención sobre esta triste realidad que seguimos padeciendo.

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