Antonio Fernández-Repeto

Mascarillas obligatorias

Ya vamos pudiendo salir a la calle, pero tenemos que mantener un estado de alerta permanente

Antonio Fernández-Repeto

Cuando hace unos días, en su alocución semanal, el reverendo Sánchez anunciaba con gran profusión de detalles el plan de recuperación a nuestro confinamiento domiciliario (lo que él denominó desescalada ), no pude por menos que quedarme un rato pensando en cómo resolver el ... galimatías. Así, sin comerlo ni beberlo, íbamos a recuperar durante un rato la calle. Dependiendo de nuestra edad y condición tendríamos unos horarios marcados para poder disfrutar de un rato de ocio. Esto no era incompatible con nuestras obligaciones domiciliarias. Es decir, si teníamos que ir al banco o de compras podíamos ocupar la calzada a la misma hora que los mayores de setenta, la hora de los niños paseando o incluso el horario de los deportistas. Si paseábamos, no podíamos alejarnos más de un kilómetro de nuestro domicilio (por cierto en nuestra ciudad un kilómetro en circunferencia equivale a todo el casco antiguo). Pero si en lugar de pasear argumentamos que estábamos haciendo deporte, correr, montar en bici o caminar estilo Rajoy, sí que podríamos llegar hasta Cortadura o incluso Río Arillo (que es donde termina nuestro termino municipal). En definitiva, un ‘liaso’ gordo, que diría más de uno.

Artículo solo para registrados

Lee gratis el contenido completo

Regístrate
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación