Antonio Fernández Repeto
Mareando la perdiz
La única forma de vencer es que, cuanto antes, alcancemos la inmunidad de grupo y para ello debe vacunarse al menos el 70% de la población
Seguimos viviendo tiempos convulsos. Hace un año, por estas fechas ya estábamos confinados y con una gran incertidumbre ante la pandemia que nos comenzó a asolar y que, pasados doce meses, sigue con nosotros. En este tiempo son muchos los que han caído o han ... padecido esta cruel enfermedad . Al final, y en contra de lo que se decía, no ha respetado a nadie aunque bien es cierto que se ha cebado mucho más con los mayores. Durante todo este tiempo los informativos de todas las cadenas se han dedicado casi monográficamente a pormenorizarnos la progresión de la pandemia, el número de fallecimientos o la incidencia de afectados.
Poco a poco, con grandes altibajos, hemos ido superando las diferentes oleadas y aunque también han sido muchos los afectados, hemos ido adaptando nuestra nueva forma de vida a las necesidades de cada momento. Como he comentado en diferentes ocasiones hemos tenido la sensación de encontrarnos desasistidos y hasta, en muchas ocasiones, manipulados por nuestros dirigentes. Primero nos aseguraron que la utilización de mascarillas no era necesaria para terminar reconociendo su error. Las desescaladas mal programadas y a destiempo también han permitido el recrudecimiento de la pandemia. Siguen metiendo la pata al confundirnos mezclar las necesidades sanitaria con la crisis económica. La única forma de terminar con esto es el control de la pandemia y solo se va a conseguir con la inmunización masiva.
Los científicos desde un primer momento se pusieron en marcha para obtener las vacunas. Desde que se determinó el genóma del Sars-Cov2, en Enero de 2020, han conseguido algo impensable, en menos de diez meses han desarrollado varias vacunas contra este virus. Es cierto que también se esta produciendo una gran lucha entre las multinacionales por implantar las suyas y así obtener mas beneficios pero eso no debe distraernos de nuestro ultimo fin, conseguir la vacunación de toda la población y erradicar al virus.
Las vacunas son la solución, que no nos quepa la menor duda. En nuestro país actualmente se ha optado por la inmunización mediante tres de las que hay en el mercado y que están avaladas por las agencias internacionales de medicamentos en EEUU, Europa y España. Se están utilizando las ya conocidas por todos de los laboratorios Pfizer, Moderna y AstraZeneca y pronto nos llegara la de Johnson&Johnson. Todas, y digo bien todas, son fiables al máximo. Últimamente se ha puesto en duda la de AstraZeneca por la sospecha de producir efectos adversos indeseables. Esto no debe hacernos desconfiar de su eficacia ya que, la Agencia Europea del Medicamento ha desestimado estos temores y los beneficios son mayores que sus efectos nocivos. No hay vacunas de primera y de segunda, no hay vacunas caras y baratas ni mucho menos vacunas de ricos y pobres. Todas, y digo bien todas, son efectivas contra esta maldito virus, utilicemoslas.
La única forma de vencer es que, cuanto antes, alcancemos la inmunidad de grupo y para ello debe vacunarse al menos el 70% de la población. Mientras no consigamos esto solo estaremos mareando la perdiz.