Antonio Fernández Repeto
LLNSN
Nuestros actuales dirigentes están perdiendo un tiempo precioso y nos quieren distraer de la realidad con simplezas como los cambios de nombres del nomenclátor, la supresión de concurso del Falla y el Carnaval, el proyecto del circuito de carrozas de los RRMM o ponerle mascarilla a las estatuas
Hacen escasamente tres días hemos cambiado de estación, estamos viviendo los albores del otoño. Nos hemos visto obligados a abandonar las playas y pese a las reticencias iniciales han comenzado a funcionar los colegios. La ciudad va retomando su ritmo de aparente normalidad pero, en ... estos últimos tiempos, todos hemos cambiado. Las escenas de niños, padres y abuelos a las puertas de los colegios nada tienen que ver con las que vivíamos hace un año. Después de casi seis meses se han vuelto a reencontrar los alumnos con sus profesores y las mascarillas, los geles hidroalcohólicos y las señalizaciones circulatorias nos han hecho descubrir un nuevo espacio al que poco a poco nos vamos a tener que ir acostumbrando. Ver esos patios sin la algarabía propia de la chiquillería y las clases con esas nuevas distribuciones nos hace recordar en todo momento la situación sanitaria que seguimos viviendo y con la que durante un tiempo vamos a convivir.
Pero la vida, a pesar de la pandemia, tiene que seguir y si no podemos descuidar las precauciones para evitar los rebrotes y que no nos afecten los contagios, tampoco podemos cruzarnos de brazos quedandonos a la espera de que el tiempo pase sin hacer nada. Nuestra ciudad esta atravesando momentos muy difíciles, críticos diría yo. La falta de inversiones, la marcha de empresas, el cierre de negocios y el aumento del paro es una lacra que esta consumiendo nuestra economía. Cádiz, poco a poco pero inexorablemente, se esta deteriorando cada vez más. Nuestros actuales dirigentes están perdiendo un tiempo precioso y nos quieren distraer de la realidad con simplezas como los cambios de nombres del nomenclátor, la supresión de concurso del Falla y el Carnaval, el proyecto del circuito de carrozas de los RRMM o ponerle mascarilla a las estatuas. Mientras, nos encontramos con problemas directos de la gestión municipal como el deterioro de muchas zonas de nuestro viario (alcorques rotos, cantoneras desaparecidas, problemas de alcantarillado), el gran deterioro de los servicios de limpieza y recogidas de basura o la invasión, cada vez mayor por el efecto llamada, de personas sintecho en plazas, jardines y lugares públicos por poner algunos ejemplos. También se encuentran aparcados o abandonados proyectos, vitales para la ciudad, que dependen de la gestión y la negociación con otras administraciones como: la reordenación de la Plaza de Sevilla, la creación de la ciudad de la Justicia con la transformación de los depósitos de tabaco, el retorno de la facultad de Ciencias de la Educación a Valcárcel, la construcción del nuevo hospital, la rehabilitación de las murallas y un largo etc. que seria tedioso relacionar.
No es de recibo que mientras la ciudad decae de esta manera no exista una reacción decidida por parte de nuestras autoridades. Asumir la responsabilidad de gobierno de una ciudad como Cádiz requiere un compromiso de lucha y dedicación que, a lo que estamos viendo, no corresponden nuestros actuales gobernantes. Sin duda deberían aplicarse el lema de nuestro ínclito entrenador del Cádiz C.F.“La Lucha No Se Negocia” (LLNSN). Mejor nos iría.