Opinión
Feliz año nuevo
En 2021 hemos visto ríos de lava asolando La Palma, esquiadores por la Puerta del Sol y hasta un energúmeno vestido de indio sentado en el Capitolio de los EEUU
Hemos llegado al final del 2021, sin duda el año más atípico que hemos vivido. Durante sus doce meses hemos, además de la pandemia, que sigue, hemos visto ríos de lava asolando La Palma, esquiadores por la Puerta del Sol y hasta un energúmeno vestido ... de indio sentado en el Capitolio de los EEUU.
Cuando comenzaba su andadura, todos teníamos la esperanza de que pudiera ser mejor que 2020. Con el brindis y las uvas de las doce campanadas de la Puerta del Sol hacíamos votos para que se disiparan los malos augurios de la pandemia.
Había llegado la tan ansiada vacuna y pudimos ver por televisión como la ya popular Araceli Hidalgo de 96 años recibía esperanzada y sonriente su primera dosis en la Residencia Los Olmos de Guadalajara.
Todos, menos los negacionistas (que los sigue habiendo), suspiramos aliviados y esperábamos, también ilusionados, que nos llegara el turno de recibir nuestro correspondiente pinchazo. Poco a poco fuimos desfilando por los puntos de vacunación y unos con Pfizer y otros con Moderna, Janssen o AstraZeneca recibimos la tan esperada vacuna.
Creímos, ilusos de nosotros, que como anunciaron los responsables políticos y sanitarios, una vez alcanzada la inmunidad de grupo con el porcentaje elevando de la población vacunada, que la pandemia iría remitiendo o al menos se controlaría.
No ha sido así, hemos recibido ya dos dosis más y terminamos este 2021 con la misma incertidumbre que lo comenzamos. Ha aparecido la nueva variante Ómicron procedente de Sudáfrica y, aunque con un cuadro clínico al parecer más benigno, esta haciendo estragos en la población.
Se cuentan por miles los infectados y si antes a veces conocíamos de oídas algún positivo hoy, con esta nueva cepa, estamos conviviendo muy de cerca con muchos de ellos. Antes penábamos porque nos pusieran el pinchazo de la vacuna y ahora vamos de farmacia en farmacia para conseguir un test de antígenos 'por si acaso'. Se nos va el año con la misma incertidumbre si cabe en cuando a esta maldita pandemia se refiere.
Esta noche volveremos a reunirnos con nuestros familiares mas allegados (y con control) para despedir este año que se va. Antes de las doce conectaremos con nuestra emisora preferida. Unos veremos la 1, la de siempre, y otros buscaran el morbo del vestido de la Pedroche o conectaran con Paz Padilla que estará en Vejer con 'la nuestra' pero todos, sin duda, una vez deseado los mejores parabienes a nuestros familiares y amigos recordaremos con nostalgia a aquellos que nos dejaron y haremos votos por ellos.
Mañana, cuando nos levantemos comenzaremos a disfrutar del 2022, el Año Nuevo como renombramos siempre al que empieza. Va a ser un año diferente, lo asumimos, el virus sigue activo y, querámoslo o no, va a seguir condicionando nuestras vidas. Seguiremos con las mascarillas, las restricciones, los condicionantes en las movilizaciones y a nuestras identificaciones habituales, vamos a tener que añadir el certificado de vacunación con los célebres códigos QR.
La pandemia nos ha cambiado la vida pero lo verdaderamente importante es mantenernos a salvo. Todavía, a la altura que estamos, nadie sabe cual ha sido su origen real. Mucho me temo que con el cariz que esta tomando, tendremos pandemia para rato. Ojala me equivoque. ¡Ah!, por cierto y antes de que se me olvide, Feliz año Nuevo
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