Antonio Fernández Repeto
¿Es eso lo correcto?
No sé quien estará aconsejando a nuestra corporación pero, a la vista de lo que estamos viendo, parece que después de un año de pandemia han aprendido muy poco
Han comenzado por fin los plenos presenciales en nuestro Ayuntamiento. Cuando ya todo el mundo, desde hace meses, y con las debidas precauciones, había retomado su trabajo de forma presencial, nuestros ediles mantenían una distancia telemática para discutir las problemáticas municipales. Esto me hace entender ... cuales son las reticencias sanitarias con las han querido desprogramar nuestro carnaval de febrero y trasladarlo a los primeros días del mes de junio. Nuestros menores han acudido durante todo el curso pasado a clases con sus mascarillas, manteniendo las distancias sociales recomendadas y por supuesto con la ventilación adecuada de sus clases para que los coronavirus no pudieran infectarlos. Así pasaron todo un curso lectivo y así han comenzado este nuevo periplo escolar. También, con las debidas precauciones y protegidos por la inmunidad que hemos ido consiguiendo con las vacunas los diferentes organismos políticos y legislativos comenzaron hace tiempo a celebrar sus actividades de forma presencial, aumentando poco a poco sus asistentes hasta conseguir una actividad en las cámaras con el aforo completo.
No sé quien estará aconsejando a nuestra corporación pero, a la vista de lo que estamos viendo, parece que después de un año de pandemia han aprendido muy poco. Ya estamos vacunados más del ochenta por ciento de la población, muchos incluso hemos recibido ya la tercera dosis de las vacunas. Los índices de contagio son cada vez menores y aunque, como todos sabemos, el coronavirus sigue y seguirá entre nosotros durante mucho tiempo, su agresividad ha disminuido muchísimo comparado con lo vivido en las primeras olas de la pandemia.
Actualmente los teatros están al cien por cien de aforo, lo mismo ocurre con los espectáculos deportivos como vemos diariamente. También han comenzado a salir a la calle manifestaciones religiosas como la magna que se celebró hace pocos días en Málaga, la multitudinaria salida del Señor del Gran Poder en Sevilla o como el pasado lunes aquí en Cádiz con la procesión de la Virgen de la Palma. Por todo esto, mantener empecinadamente que los cambios de fechas de nuestro carnaval son para proteger a la población gaditana de la expansión de la pandemia es una argumentación que no se sostiene sanitariamente.
El otro día pudimos comprobar, a través de la retransmisión del pleno municipal, como a pesar de las posiciones de la mayoría de los ediles, el equipo de gobierno insistía obstinadamente en el cambio de fecha. Si somos tan demócratas, como han querido demostrar con la consulta popular realizada para el cambio de nombre del estadio ¿porque no se sigue la misma formula en esta ocasión? Sabemos ya, por lo que hemos podido comprobar, que la mayoría en el pleno, y según para que, no sirve para nada. La salida de tono de nuestro alcalde convocando una rueda de prensa con el pleno aún sin finalizar me parece lamentable. Se demuestra así que para muchos el sistema democrático es muy bueno y participativo cuando va de acuerdo con nuestras propuestas. Si no, como decía Groucho Marx, cambio mis principios por otros. ¿Es eso lo correcto?
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