Patera Júpiter

Ya no sólo es cuestión de llegar a la otra orilla, sino de que se les reconozcan derechos consustanciales al ser humano, sin distinción de credo, género, raza, etnia ni ideología

Antonio Ares

Esta funcionalidad es sólo para registrados

En aquel lado de la orilla la estopa y la brea brillaban por su ausencia. Las cuadernas, las quillas y los baos eran de maderas de mala calidad, y además no habían sido tratadas. Los artesanos, con más voluntad que conocimiento y destreza, trabajaban en ... un pequeño astillero oculto entre matorrales cerca de la orilla de ese océano inmenso. No estaban muy duchos en el manejo de varengas y vagras, compases, escuadras, plomadas y pernos. De las gavias, formones y de las azuelas sólo habían escuchado hablar de refilón. A pocos miles de kilómetros, en la orilla opuesta del mismo océano, en hangares asépticos y con materiales y aleaciones de última generación, un ejército de jóvenes investigadores, supervisados por lo más granado de la ingeniería aeroespacial, hacían su trabajo con una pulcritud nanométrica. Las fuerzas que investigaban superaban las teorías de la física. Toberas, propulsores, reservorios, estabilizadores y nuevos combustibles conformaban su tarea diaria. La carrera espacial tenía dos frentes abiertos. Por un lado estaba el ansia de llegar al planeta más grande de nuestro Sistema Solar, que se había convertido en un objeto de deseo del ciclo nocturno de nuestro hemisferio. Muchos millones de kilómetros nos separaban del Planeta Rojo, ese que observó por primera vez Galileo, con sus cuatro lunas, Ío, Ganimedes, Calisto y Europa. Por otro lado los viajes aeroespaciales. La compañía Virgin Galactic de Richard Branson está pendiente de cobrar 250.000 dólares por cada asiento a bordo de naves espaciales. La empresa de Jeff Bezos, propietario de Amazon, pretende recaudar alrededor de 300.000 dólares por trasladarse a más de un centenar de kilómetros de la superficie terrestre. Según los expertos, dentro de unos 20-30 años esos trayectos estratosféricos caprichosos serán comunes y mucho más baratos, vamos al alcance de bolsillos de medio pelo.

Artículo solo para registrados

Lee gratis el contenido completo

Regístrate
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación