Nunca vienen solas
En la pandemia de Influenza de 1918, tres olas conformaron la lista interminable de dolor y muerte a nivel mundia
Kino, Juana y Coyotito son los personajes de la obra maestra de John Steinbeck titulada ‘La Perla’. Ellos encontraron lo que podría haber sido la solución a toda su pobreza y miseria. La perla más grande del mundo. Pero aquello se convirtió en un problema ... añadido, donde la avaricia, la envidia y el rencor de los que los rodeaban se transformó en su auténtico calvario».
Las desgracias nunca vienen solas, y las pandemias están siempre compuestas por varias olas. Así quedó demostrado en la Pandemia de Influenza de 1918. Tres olas conformaron la lista interminable de dolor y muerte a nivel mundial. La primera en la primavera de ese año, la segunda en el otoño del mismo año, y la tercera en la primavera verano de 1919. En esta pandemia, algunos expertos descartan que estemos asistiendo a olas sucesivas, y hablan de una epidemia continua. La concatenación sucesiva de aumentos en el número de contagios por transmisión comunitaria descontrolada no da respiro al sistema sanitario. Nos encontramos ante una superposición mixta de brotes con claras concentraciones geográficas. Y ahora media España se hiela y aumentan de forma alarmante las urgencias traumatológicas, de las cuales un elevado porcentaje de ellas precisan de tratamiento quirúrgico, con lo que supone de sobrecarga a un sistema sanitario ya diezmado. El colapso del sistema llega a extremos de generar inseguridad tanto en la demanda asistencial de la población como en las actuaciones de los profesionales. En la casa del pobre las alegrías suelen durar más bien poco. Uno piensa que el horizonte se cubre de nitidez, y una bruma mortecina se instala alrededor, dando paso a la incertidumbre. La esperanza depositada en las diferentes vacunas contra la Covid-19 se ha visto algo difuminada por truculentos procedimientos administrativos de las Instituciones Europeas. Los contratos para su compra a la Industria Farmacéutica, promovidos por el Ejecutivo Comunitario, se mantienen en secreto, dicen que por razones de confidencialidad. Eso sí, argumentan que los precios acordados serán asequibles, que podrán estar disponibles para todos los ciudadanos del viejo continente, y que se niegan a desvelar los términos de los contratos para salvaguardar la integridad en las negociaciones. Una funcionaria belga ha abierto la caja de pandora.
Los precios oscilan entre menos de 2 euros de la vacuna de AstraZeneca y los 18€ de la de Moderna, pasando por los 12€ de la de BioNTech/Pfizer. El compromiso de abastecimiento de vacunas de algunos laboratorios parece que no se va a cumplir, las penalizaciones las desconocemos y las indemnizaciones, en caso de efectos adversos, están por ver. Llegan noticias de que en nuestra Comunidad se pueden llegar a suspender calendarios de vacunaciones por falta de dosis. La OMS estableció el Programa COVAX para garantizar que las vacunas pudieran llegar a los países más pobres. Hasta la fecha el compromiso es papel mojado. ¿Nos podemos encontrar ante una guerra comercial por ganar la suculenta tarta de la Covid-19? La transparencia genera confianza y el oscurantismo incertidumbre. Las autoridades sanitarias tienen en su mano la oportunidad de resarcir a la población de tanta pérdida y dolor. La profesionalidad del personal sanitario la damos por descontada.
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