Opinión

Carbón

«Aquel que fuera el gran artífice de la Revolución Industrial de mediados del siglo XVIII dentro de poco pasará a mejor vida»

Según las decisiones adoptadas por los grandes conciliábulos, donde se dirimen nuestro futuro y el de Planeta Tierra, aquel que fuera el gran artífice de la Revolución Industrial de mediados del siglo XVIII, el carbón, dentro de poco pasará a mejor vida.

No hay más ... remedio que apostar por fuentes de energías limpias y renovables, cuya huella de carbono tienda a ser nula. El proceso será lento, y las grandes economías se muestran reticentes, sucumbiendo a los intereses de poderes oscuros.

La Conferencia de Glasgow ha sido un pequeño paso para arrinconar al carbón y eliminar parte de los subsidios, de dinero público, que han fomentado las energías sucias. Los 27 países de la UE, sin los chirlachis del Reino Unido, se han felicitado por los acuerdos adoptados para conseguir una Europa más ecológica, más digital y más resilente.

El pero está en que van a considerar a la energía nuclear y a la proveniente del gas natural como energías limpias. Lo que empezó siendo un tratado del Carbón y el Acero, allá por los años 50 del siglo pasado, con sólo seis países, ya se ha convertido en la esperanza del Viejo Continente.

Atrás quedaron los desmantelamientos de nuestras cuencas mineras del carbón, con la Asturiana-Leonesa a la cabeza. Posiblemente el cierre de las minas provoque un gran excedente del negro mineral ya extraído. Siguiendo con la tradición de los países mediterráneos de tradición católica, seguro que a los que se han portado mal durante el año 2021, a las puertas de sus casas habrán aparecido montañas del negro mineral.

Para todos los que no han sabido estar a la altura de las circunstancias desde el inicio de la pandemia. A esa clase política que, a pesar de la insistencia del virus, no ha sido capaz de aprender cuales son los elementos necesarios para que no se vayan sucediendo olas, que cada vez no sitúan más al borde del cansancio y de la desconfianza. El desconcierto de los poderes del Estado, legislativo, ejecutivo y judicial, ha quedado puesto de manifiesto. La fragmentación de decisiones, de lo que tenía que haber sido una sola voz, se ha amparado en el silencio contumaz de los que tenían que haber tomado las riendas y no lo hicieron.

El G6 de la Ciencia de Europa ha publicado sus lecciones aprendidas durante la pandemia: «No estábamos preparados». Este grupo compuesto por la élite de las organizaciones científicas concluye que una crisis de esta magnitud requiere firmeza y acciones políticas basadas en el conocimiento científico. Estos desafíos no se pueden afrontar de forma individual, y mucho menos aplicando medidas que no vayan en sintonía con las adoptadas por regiones colindantes. De nada sirve aplicar restricciones en una zona cuando la limítrofe está libre de ellas. Las acciones deben ser adoptadas de manera unívoca, de acuerdo con datos fiables, actualizados y abiertos. Tampoco vale modificar los criterios de acuerdo a intereses que pueden ser distintos a los de la salud de la población.

La sabiduría de SS MM de Oriente supera los dos mil años de historia. Por eso para todos los que no han sabido estar a la altura, ¡carbón, carbón, carbón!

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