Los veinte en la 'piera'
Los veinte estudiantes de Medicina soprendidos en un botellón ilegal son la metáfora perfecta de esta pandemia del consejos vendo que para mí no tengo

Tuve que mirar dos, diez, muchas veces que era LA VOZ de Cádiz y no una de esas web satíricas como ‘El Mundo Today’, el BOE o cualquiera de los Portales de Transparencia. Estaba ahí el titular, brillando como sólo riela la tinta cuando el ... papel hace su papel. Veinte futuros médicos, multados por hacer botellón en La Caleta . Para estar tan cerca del faro, demostraron tener pocas luces. Para estar estudiando Medicina, tomaron pocas precauciones. Para ser la sal de la tierra, se comportaron más como canelos (con perdón del perro y de los postres).
Como ya nos dijo José Agustín, un hombre solo, una mujer, así tomados, de uno en uno, son como polvo, no son nada. Pero en grupos de veinte, con un ron cola y con arena en pies y bolsillos son la metáfora perfecta de lo que está suponiendo esta crisis. Si hubieran llevado la bata blanca, además, serían una chirigota de esas cutres que tanto gustan cuando el botellón es legal y patrocinado. Pero les decía que son la imagen redonda de esta pandemia del consejos (de ministros) vendo que para mí no tengo . No les recuerdo la lista porque es como la de los reyes godos, pero en ella no faltan ni cantantes venidos a menos que a las propuestas de alzamiento suman el reconocimiento de escapadillas furtivas, ni expresidentes del Gobierno que se confinan entre hoyos verdes y lejanos ni ministras que tras acordar estados de alarma huyen a Norteña y, volando vengo, las excusas, me las invento . No importa en todo este relato quién es Dios y quién el Diablo. Los dos trabajan para la misma empresa.
Todo esto pienso –en un tiempo dilatado, que mis barruntos se entretienen como borrico viejo– mientras voy pasando las hojas del periódico. Estos jóvenes de ciencias eligieron ser protagonistas de estas letras protestadas en una de esas ediciones en que l os números, a fuerza de positivos, se han ido volviendo cada vez más rojos , como si todos los días fueran un domingo de una fiesta que no termina.
También fantaseo con que sería bello que se les apareciera un científico –mitad Fernando Simón, mitad el Canijo en Chernobyl– con un coche que permitiera viajar en el tiempo –mitad Seat Ibiza amarillo mitad autobús de la línea 3–. Podría traer del futuro a estos estudiantes (conocidos como ‘los veinte en la piera’) ya como severos doctores a darles un tirón de orejas a sus ‘yoes’ del pasado por la irresponsabilidad . O mejor, hemos venido a jugar, los podría llevar en su estado actual al futuro para que, ante las severas sentencias sobre serología y sanidad, ellos replicaran con un «cógete un 'yelo', picha mía».