Una voz de mujer

Ver a mis compañeras recoger el premio el viernes me dio una triple alegría de la que nace esta flamenca columna rosada

Como muchos de ustedes ya sabrán, y si no se lo cuento yo ahora, al grupo Vocento –que es la nave nodriza de este X-Wing que es LA VOZ de Cádiz– le entregaron este viernes el premio ‘Beatriz Cienfuegos’ en la categoría ‘A la Mejor Iniciativa Igualitaria’ por la iniciativa ‘Vocento impulsa ... ’. La iniciativa, les resumo mucho, favorece el acceso de mujeres a los puestos directivos de las empresas del grupo. Pues les decía, después de dar tantas vueltas al atajo, que lo que pasó el viernes me produjo un baile interno por alegrías de la que sale esta columna flamenca rosada. Alegría por quien entrega el premio, la Asociación de la Prensa de Cádiz –a la que dedico mis sudores y mis cuotas–, porque se impulse la igualdad en el grupo Vocento –que sufraga estas letras que ustedes leen cada semana– y, sobre todo, porque a recogerlo fue una generosa comitiva de la auténtica columna vertebral del periódico: las compañeras de LA VOZ –de las que aprendo cada día por lo que hacen, por lo que dicen y por lo que son.

En este momento de la columna se abre ante mí un abismo infinito y cada línea que escribo se parece al camino que tuvo que transitar el doctor Jones en el escondrijo de los templarios para alcanzar el grial. Al hablar de mis compañeras me avergonzaría ser paternalista y que parezca que mis letras marquen unas líneas de portería que, en rigor, son inventadas y defendidas por ellas. También temo acabar metiendo algún chascarrillo que, pretendiendo ser irónico, acabe perfumando de colonia Jack’s todo el artículo.... O peor aún, que haciendo un amplio glosario de apellidos, anécdotas, habilidades y hermandades, se quede algún nombre en el teclado y vengan indiscretas vanidades a sospechar del olvido.

Porque, realmente, para hablar de las mujeres de este periódico se han bastado y sobrado ellas desde que esta casa de papel comenzó su andadura en 2004 . Las letras que tienen que definir lo que es dar exclusivas y lo que es perseverar en la excelencia las buscan, corrigen, maquetan y suben a la web ellas en las informaciones que lee usted cada día. Añadir yo alguna sílaba a esta empresa sería estropear el guiso. Sí les admito que el pasado viernes, con camisa y calor, sentí un gozo refrescante de ver a mis compañeras recoger el reconocimiento. A nosotros que nos dedicamos a este oficio de juntar frases nos gusta especialmente cuando son los nuestros los que nos dejan sin palabras. Y lo que nos llena de este callado orgullo es la lección de humildad que nos dan nuestras compañeras de voz .

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