Ya ha llegado el Carnaval
El mayor espectáculo del mundo no es el circo, sino la campaña y precampaña electoral. Vayan pintándose los coloretes y sacando el ibuprofeno
Vayan preparando los coloretes y el ibuprofeno. El moscatel y el parte de baja para el jefe. El carnaval acaba de llegar. Pero no ese aburrido certamen de coplas en el Falla ni la predecible jacaranda de ilegales de diverso pelaje y plumaje por las ... calles. No, no. Llega el de verdad, el que por repetible no deja de sorprender, el que nadie estaba esperando pero que nos machacará hasta que echemos los higadillos. El carnaval electoral. Pasen y vean, señores, que el mayor espectáculo del mundo no es el circo sino la campaña y precampaña. No se dejen confundir ni por la mujer lampiña ni por el domador de gatitos. Que esto es un carnaval y, como decía Celia, no hay que llorar. Aunque la cruz, qué le voy a contar, ya la llevemos nosotros a cuestas.
Sólo así se entiende la trifulca que se ha liado en el Ayuntamiento entre los socios que parecían tan bien avenidos por un quítame allá esas mesas. El mesianismo de Kichi con los hosteleros de La Viña recuerda a ese alcalde de inicios del primer mandato, el que regalaba titulares del calibre de que entre la Policía y el vendedor ilegal, se quedaba con quien se estaba buscando la vida. Lo malo es que en esta ocasión el que llevaba la porra (‘defensa’ dirán los pulcros) no era un agente sino su teniente de alcalde. No importa que Vila haya anunciado que no se presetará a las próximas elecciones, los repertorios hay que prepararlos con tiempo y previendo las sorpresas.
La ventaja que sí tienen Kichi o Juancho o quienquiera que haga de abanderado de las siglas del PSOE e IU es que saben cuándo llegará su función. En el carnavalito de las autonómicas ha sucedido como con nuestro COAC, que nadie sabe exactamente cuándo se alzará el telón. Dependerá de circunstancias excepcionales, bien sean celestiales, como que Marte esté en conjunción con Libra, o terrenales, como que en Génova se quiera empezar antes la recogida de la naranja. En cualquier caso, por si hubiera sorpresas al estilo murciano o castellano, todos están ya soltando sus repertorios con forillos que, no nos engañemos, están más que forzados. Como el de la manifestación de los alcaldes en la plaza de España o como la palada de Juanma Moreno para hacer la nueva depuradora de Puerto Real, que quedó tan natural como el acento gaditano de la chirigota de Burgos. Así que ya saben, vayan armándose de paciencia porque esto no ha hecho sino empezar y ya está cada uno en su cuartel planchado los trapos sucios ajenos. ¿No queríamos carnaval? No vamos a tener armario para tanta taza.