Álvaro Holgado

Irse

Me paro como un peregrino después de todos estos años fuera de casa y me quedo mirando arriba, que para eso se hicieron las catedrales al fin y al cabo

Álvaro Holgado

No hay formas de abandonar un lugar y olvidarlo del todo. La memoria tiene eso. Ya sea un país, una ciudad, un piso o el bar de siempre, el ser humano está preparado para otra cosa. Mientras recoge los bártulos o paga la cuenta fantasea, ... crea realidades nuevas, se imagina un nuevo amor, nuevos amigos y nuevos rincones donde sentarse y observar a la gente. Nadie avisa, sin embargo, que el cemento de nuestra imaginación es la experiencia previa.

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