Alternativas al turismo inglés

La quiebra del touroperador Thomas Cook obliga a los empresarios gaditanos a conquistar nuevos nichos de mercado en Centroeuropa

El turismo extranjero ha crecido en la provincia en los últimos años, sin embargo, los ingleses mostraron síntomas de flaqueza en 2018. La amenaza del Brexit y ahora la quiebra del touroperador Thomas Cook ha llevado a los empresarios gaditanos a buscar alternativas ante la ... fuerte caída que se avecina de turistas del Reino Unido. Una media de 113.000 ingleses visitan Cádiz cada año, pero la situación cambiará a peor. Por ello, la patronal hotelera de la provincia apunta a Centroeuropa como nuevo nicho de mercado a conquistar. Todo puede cambiar. El año pasado 2.644.277 turistas se alojaron en los hoteles de la provincia, unos 100.000 clientes más que el año anterior, y se alcanzaron 7.773.529 pernoctaciones, por las 7.153.634 de 2017. Además, en 2018 creció el turismo nacional y también el internacional, con 1.668.278 clientes residentes en España y 975.999 extranjeros que eligieron la provincia de Cádiz como destino de vacaciones. Estos datos se ponen ahora en cuarentena a la espera del balance de 2019, cuyo último trimestre se espera poco alentador. El varapalo de Thomas Cook está detrás de este pesimismo. La mayor quiebra turística de la historia tiene su punto de partida en 2007, cuando Thomas Cook, antes de la irrupción de la crisis, se endeudó en demasía para absorber a My Travel. El desplome económico desde 2008 por la crisis financiera mundial redujo las expectativas de ingresos al pionero de los viajes empaquetados, y le impidió pagar esta deuda al ritmo previsto. Thomas Cook fue a contracorriente desde entonces. Se sucedieron los consejeros delegados, pero ninguno logró dar con la fórmula para mejorar la rentabilidad, como sí estaba consiguiendo su archirrival Tui, gracias a hacerse más hotelero y a comprar más barcos. Intentaron copiar su estrategia, pero lo hicieron de manera errónea. Thomas Cook decidió demasiado tarde concentrarse en ser más hotelero y menos touroperador. Además, carecía de un socio experto como es Riu en el caso de Tui, y apostó por dar prioridad al desarrollo de un producto hotelero más diferenciado y minoritario como Casa Cook, en lugar de uno de masas más acorde con el tipo de cliente de sus agencias, como sí hizo Tui con Riu. A finales de 2011, Thomas Cook vivía su primer hundimiento hasta mínimos en Bolsa, y tenía que llegar a un acuerdo con los bancos, a la vez que anunciaba grandes despidos. Desde entonces, y al calor de la recuperación económica mundial, logró ir aliviando sus cuentas, pero el cambio de modelo que planeó lo ejecutó con demasiada lentitud, mientras sus nuevos rivales online, con menos carga de estructura, y las low cost, que han ido sustituyendo a las aerolíneas chárter, le fueron comiendo el terreno.

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