Alternativas para una ciudad viva

Una ciudad es como una bicicleta: si no avanza, se cae. A menudo, uno de los reproches que se le hace a capitales como Cádiz es su poca capacidad para reinventarse, para generar nuevos espacios que sorprendan tanto al turista como al oriundo. Cierto es que el segundo puente, del que en apenas una semana se cumplirá el primer aniversario de su puesta en marcha, sirvió para actualizar la imagen de la ciudad, pero no faltó quien dijo que también era necesario un espacio donde no el coche, sino el ciudadano, pudiera ser el protagonista en su tiempo de ocio. Y la opción de crear una nueva playa en el casco antiguo podría ser la respuesta perfecta.

De momento es sólo un proyecto nacido de la Autoridad Portuaria, que quiere revalorizar un espacio que no termina de despegar. Los continuos esfuerzos que se han realizado para tratar de dignificar y hacer más atractiva la oferta de ocio en la Punta de San Felipe no han tenido el éxito esperado y la zona, situada en uno de los lugares con las vistas más espectaculares de la Bahía, adolece de un estandarte que sirva de catalizador para las iniciativas que allí se puedan instalar. Y en una zona como Cádiz, ¿qué mejor opción que una playa que, además, serviría para descongestionar La Caleta?

La Autoridad Portuaria ha movido ficha rescatando una antigua propuesta del grupo socialista. Ahora debe de ser el Ayuntamiento (capitaneado por la impredecible coalición de Por Cádiz Sí se Puede y Ganar Cádiz en Común) y, sobre todo, Demarcación de Costas (que depende del Estado, gobernado en funciones por un Partido Popular no siempre dispuesto a aceptar proyectos que lleguen desde las filas socialistas) los que den su visto bueno. La ciudad se juega poder recuperar una de sus zonas más bellas y ofrecer nuevas estampas a los turistas que reclaman sol y playa. El tiempo dirá si finalmente se mueve ficha o queda en uno más de los proyectos olvidados que acumula la Punta de San Felipe.