Algo más que una cabalgata

Cádiz, como ciudad de servicios y turismo, necesita ofrecer atractivos culturales y de ocio para públicos diversos

El exagerado adelanto de la iluminación navideña en varias calles comerciales de Cádiz viene a ser una confesión de que el Ayuntamiento se siente responsable y culpable respecto a lo que ha sucedido en los últimos años. Los recortes en los exornos o ... los retrasos, casi hasta la víspera de Navidad, sentaron muy mal a numerosos ciudadanos y comerciantes. Lo tomaron como una decepción injustificada. Argumentar dificultades burocráticas o algunos miles de euros de ahorro servía de bien poco a los que se quedaban en la estacada, a los autónomos o consumidores que saben que gran parte de ese gasto es una inversión. A falta de que la industria o el sector primario vuelvan a ser lo que fueron (si vuelven a serlo alguna vez) muchas ciudades como Cádiz fían buena parte de su empleo y su microeconomía a dos factores: turismo y comercio, agrupados en el denominado sector servicios. En este apartado, la estética, el exorno, la alegría, incluso la artificial si quieren, juega un papel fundamental. Nadie se plantea visitar una ciudad, o una zona comercial desangelada, triste, de aspecto sucio, decadente u oscura. Ya se hable de un hotel, una feria gastronómica, de Carnaval o del programa entre lúdico y consumista que rodea a las fechas navideñas, sin inversión en buen aspecto es difícil que haya retorno de ingresos en forma de visitantes, de consumidores o de gasto familiar.

En ese mismo ámbito promocional cabe incluir la cabalgata de Reyes Magos. Hace tiempo que Cádiz perdió esa batalla, y casi la de Carnaval. No es más que un evento complementario, claro, pero supone otro aliciente para salir a las calles, para animar al consumo en las zonas por las que pasa el cortejo. De ahí que un grupo de comerciantes y vecinos haya solicitado la ampliación del trazado. El Ayuntamiento se niega, lo que supone otra decepción añadida en un año en el que el nombre de algunos de los protagonistas del recorrido ritual pronostica una gran afluencia de público.

La Navidad en Cádiz, como el verano y hasta el Carnaval, como la noche, precisan de un mayor contenido cultural, de más alternativas de ocio para diversos públicos. Cádiz es una ciudad a la que cuesta acceder, en la que cuesta aparcar, periférica, los centros comerciales ofrecen muchas más comodidades, más surtido, precio, servicios. De ahí que necesite ofrecer atractivos de todo tipo. No está en disposición de despreciar ninguno, de una cabalgata más amplia a la iluminación o la programación cultural.

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