El Apunte
Una alegría industrial
El mismo día del golpe de Airbus y tras muchos fiascos, un proyecto agarra en la Bahía
Ha pasado un año y medio desde que Torrot anunciara su intención de invertir en Cádiz para fabricar un nuevo modelo de motocicleta eléctrica, el célebre Velocípedo. Desde entonces, las palabras de los ejecutivos de esta empresa catalana en Cádiz siempre han sido para confirmar ... esta inversión y despejar cualquier duda sobre esta sugerente apuesta industrial. Torrot puso el ojo en las antiguas naves de Altadis, cuya marcha supuso el enésimo golpe para el tejido productivo de la Bahía de Cádiz, que vive en una perversa montaña rusa de deslocalizaciones o entre los avances y retrocesos de sectores como el naval y el aeronáutico. Ayer, por ejemplo, llegó el palo de Airbus a Puerto Real.
La llegada de Torrot tiene por objetivo lanzar esa moto de 125 centímetros cúbicos que funciona con baterías eléctricas. Por más que siempre se ha mostrado seria y coherente, los temores rodeaban a la inversión gaditana de Torrot. Hay que entender la desconfianza de la sociedad gaditana que desde 2008 hasta hace apenas cuatro años ha vivido un rosario de anuncios que terminaron en humo. El cierre de la factoría de Delphi en junio de 2007 llevó a las administraciones públicas, especialmente a la Junta de Andalucía, a activar un plan de reindustrialización de la Bahía que tenía como objetivo captar inversores a golpe de ayudas y subvenciones con fondos públicos. Al amparo de estas importantes inyecciones llegaron muchos anuncios, sin embargo, el resultado final fue nefasto, pocas nueces. Aún resuenan los ecos de este fiasco en los tribunales con el ‘caso Bahía Competitiva’, donde el empresario gallego Dávila Ouviña logró montar una trama junto con otras personas, entre ellas un auditor de cuentas, para embolsarse las ayudas presentando para ello proyectos fantasma y desviando el dinero a través de sociedades opacas.
Torrot –con la fuerza de los hechos vividos en jornadas como la de ayer– ha despejado cualquier duda sobre su inversión al presentar ya el inicio de la adecuación en la Zona Franca de Cádiz. La Mesa de Contratación del Consorcio Estatal ha sabido atraer, primero, y vigilar, después, un proceso que va a terminar con la creación de puestos de trabajo. Pocos pero esenciales. La iniciativa de Torrot ya es una realidad. Serán 5.000 metros cuadrados destinados a espacio industrial y 2.000 metros a oficinas. La inversión asciende en estos momentos a 17 millones de euros. Por ahora, se han contabilizado 2.500 pedidos ‘online’ de esta motocicleta eléctrica.