La Voz de Cádiz

El alcalde y las tradiciones

Kichi ha optado estos tres últimos días más por sus ideas políticas que por representar «a todos los gaditanos»

Este fin de semana hemos vuelto a vivir un capítulo más en esa dicotomía que marea a menudo José María González Santos desde que llegó a San Juan de Dios. De nuevo se ha encontrado ante esa división que le ha convertido en un funambulista sobre el finísimo cable que separa su condición como miembro de un partido político y un ciudadano más, o la opción que eligió él mismo al presentarse como alcalde, ser el representante institucional de su ciudad.

Desde que tomó el bastón de mando y se lo mostró con ganas a Cádiz, el regidor gaditano se ha tambaleado en más de una ocasión a la hora de decidir cómo tenía que actuar para atender, por un lado, las tradiciones de los gaditanos, pero, al mismo tiempo, no dar la espalda a las siglas que representa cumpliendo sin salirse de la línea del camino marcado. Pero de nuevo, estos tres últimos días ha demostrado que su primera opción ha sido seguir sus ideas políticas, las suyas, las propias, dejando para otro momento, eso de ser «el alcalde de todos». Ningún representante del equipo de Gobierno de Cádiz estuvo presente en los actos religiosos del día de la Patrona de la ciudad. Ni los concejales de Ganar Cádiz en común, ni los de Por Cádiz sí se puede. Tampoco quisieron acompañar a las miles de personas (gaditanos en su mayoría) que se congregaron para rendir honores al Nazareno de Santa María. Tanto en el emotivo regreso del Greñúo al barrio, como en la Pontifical, o la procesión. Cabe entonces preguntarse: ¿Qué es para González Santos una tradición?, ¿Cuánta gente debe seguirla para poder contar con su presencia?... Si es del pueblo el Carnaval o la gala de los Reyes Magos ¿por qué no lo es el Regidor Perpetuo o la Patrona? Según explicaron en una nota de prensa sobre su ausencia, su intención es separar los espacios de confesión religiosa de la representación pública.

Justo.Una intención. En julio pasado, hace dos meses, el alcalde gaditano sí dejó a un lado el laicismo y acudió a la Mezquita Al Hoda a celebrar el final del Ramadán. Entonces aseguró que presidía dicho acto porque quería «ser alcalde de todos y para todos». Más o menos las mismas palabras que utilizó también en julio pero de hace un año cuando le impusieron la medalla de hermano del Nazareno. «Es Cádiz por los cuatro costados», dijo entonces del Regidor Perpetuo. Sin embargo, este fin de semana, histórico para uno de los barrios más señeros de la ciudad y para su hermandad, el alcalde ha preferido no estar.

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