La tinta del calamar

En Cádiz tenemos un gran calamar, dicho cariñosamente, ocupando el despacho de Alcaldía

El calamar es uno de esos animales que cuando se ve atacado tiene un mecanismo de defensa para despistar al depredador. En el momento en el que se ve acorralado o perseguido y sin salida, suelta una columna de tinta para desviar la atención y ... salir ileso.

Pues bien, en Cádiz tenemos un gran calamar , dicho cariñosamente, ocupando el despacho de Alcaldía. En estos días en los que se está quedando al descubierto la falta de ideas a la hora de gestionar la ciudad el alcalde vuelve a lanzar su nube de tinta para despistar la atención de los ciudadanos.

Es evidente el estado de dejadez en el que se encuentra nuestra ciudad, ya no solo de limpieza, sino de falta de ideas para gestionarla en todo salvo lo que sea carnaval que es la única prioridad del equipo de gobierno. Es también palpable cómo falta en la administración local un plan de actuación para intentar sacar adelante a la ciudad económicamente. Frente a esto, frente a que cada día se van poniendo más al aire las vergüenzas de la gestión del alcalde, y no me refiero al final de la espalda donde pierde su casto nombre, la única táctica que se tiene por su parte es la de lanzar una columna de tinta.

Como no tenemos problemas más importantes en esta ciudad –cierres de comercios, colas del hambre, aumento del paro…– por lo visto para el alcalde y sus concejales el mayor de todos los existentes es el del nombre del estadio . Se nos vuelve a lanzar por nuestros gobernantes locales la columna de tinta de la memoria histórica, la cual les está sirviendo más para desviar atenciones o para salir de apuros que para recordar a los caídos del bando republicano. Una vez más, como ocurriera en su día con el busto de Pemán o con la avenida Ramón de Carranza, el estadio del Cádiz, el que todo el mundo conoce como ‘Carranza’ sin ningún tinte político, es el objetivo ahora para desviar la atención de la ciudadanía.

Ahora, durante uno o dos meses, nos tendrán entretenidos con el nombre del estadio, saldrá en todos los medios y, mientras esto ocurre, otros problemas de la ciudad, otras realidades sangrantes que nos afectan al día a día de los ciudadanos se relegarán a un segundo plano y pasaran de puntillas, sin que se le busque una solución y sin que el alcalde se vea afectado.

Esto es lo que llevamos viviendo en esta ciudad desde hace cinco años. Una falta de ideas de cómo gestionar la ciudad, una falta de programación para el día a día de Cádiz y de los gaditanos y un gobernar únicamente a golpe de redes sociales, de populismo y sensacionalismo, de cortinas de humo y nubes de tinta para desviar la atención de lo que realmente sucede y, de esta forma, ir escurriendo el bulto de la penosa ciudad que están dejando de herencia.

El calamar actúa así porque es su naturaleza, porque no tiene otro medio de defensa pero esa no es la actuación validad de un político, de ese político que venía de salvador de los gaditanos, de ser ese alcalde que necesitaba esta ciudad y que, al final, todo se ha quedado en una cortina de tinta.

Al final todo es un echar balones fuera del terreno de juego y no pensar en Cádiz porque al final es cierto que ni la cuidan, ni la quieren.

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