La teoría de la involución humana
Si su teoría defiende que solo los más evolucionados de cada especie sobrevivirían, en este momento me parece que la inmensa mayoría de la población tiene las horas contadas
Si Darwin levantara la cabeza y nos viera a todos revueltos en la calle, sin guardar la distancia ni siquiera llevando mascarillas con la que está cayendo con el coronavirus, seguro que realizaría la teoría de la ‘involución’ humana. Si su teoría defiende que solo ... los más evolucionado de cada especie sobrevivirían, en este momento me parece que la inmensa mayoría de la población tiene las horas contadas. Muchos de nuestros congéneres se están demostrando como las excepciones a la regla de la evolución o, en todo caso, como la regresión del homo sapiens al homo ‘imprudentus’ .
Con esto no quiero decir que se tenga que tener miedo a salir a la calle o que no se haga. Yo el lunes salí, por la tarde, con mi familia a estirar las piernas después de tantos días encerrados en casa, de salir únicamente lo imprescindible para ir a la compra o a la farmacia siempre corriendo para estar el menos tiempo posible en la calle, y lo hicimos adoptando las medidas necesarias. Salimos a respirar un poco de aire fresco pero con las mascarillas puestas, anduvimos por las calles pero manteniendo la distancia social que se ha marcado y, en las zonas que no se podía, esperábamos a poder pasar sin hacerlo comprometiendo nuestra seguridad o la del que nos cruzábamos.
Sin embargo, se podía observar como había personas por la calle, incluso con niños, que no tomaban ninguna medida, como si no pasara nada actualmente. Personas inconscientes que ponen en peligro la seguridad del resto de ciudadanos al no respetar ellos las medidas mínimas de seguridad. Soy el primero en tener ganas de sentarme en una terraza a disfrutar como hacíamos antes. Soy el primero en tener ganas de Cádiz , de su comercio, de sus calles, de pasear por el centro y poder saludar a los amigos que me encuentre al paso pero siendo todos responsables. Ir poco a poco para que, el día de mañana, podamos hacerlo sin miedo a morir en el intento. Pudimos, incluso, llegar a observar a varias personas en la calle Javier de Burgos bailando con la música puesta a un volumen elevado, haciendo caso omiso a las normas establecidas para la Fase 1 de la desescalada. Incluso, mi hija de siete años, me preguntó que por qué esas personas estaban así en medio de la calle, demostrando más sentido común que los infractores, sin saberle que contestar sin que en la respuesta se incluyera un exabrupto contra esos descerebrados.
Alejandro Magno dijo en su día ‘ De la conducta de cada uno depende el futuro de todos ’, y qué razón tenía el macedonio. No puede ser más actual esa sentencia en la pandemia que estamos sufriendo. El problema es que la conducta de muchísimos en estos primeros días de la desescalada está dejando mucho que desear y de ahí depende el futuro de todos nosotros. El día de mañana, si vuelven a confinarnos en nuestros domicilios sin poder salir de nuevo, que no se le eche la culpa a los chinos, a los que vienen de fuera o a los políticos mismos, ya que habremos sido nosotros mismos los que habremos echado por la borda el trabajo, el resultado de habernos quedado en casa encerrados.
Seguro que esos mismos inconscientes son los primeros en salir al balcón a aplaudir al personal sanitario. Mejor harían quedándose en sus casas o, por lo menos, cumpliendo las medidas de seguridad que es lo que necesitan los sanitarios y el país.