Menos luces que el Ayuntamiento

La iluminación navideña de la ciudad es más propia de un pueblo que de una ciudad capital de provincia

Menos luces que el Ayuntamiento de Cádiz, podría ser el eslogan navideño de este Ayuntamiento. Y, no, no me estoy refiriendo a la capacidad de gestión de algunos de los miembros de la Corporación local, aunque podría ser, dicho sea de paso. Me estoy refiriendo ... a la iluminación navideña, que brilla por su ausencia en el Consistorio local. A las puertas de la celebración de una nueva Navidad, la ciudad una vez más deja mucho que desear en cuanto a los exornos de dicha fiesta. Este año se dieron prisas en ponerla, pero con que lo hubieran hecho diez días antes les hubiera dado tiempo igual, porque vaya iluminación tan escasa y fea que han colocado en la ciudad.

Las calles no pueden estar más pobres de luces, de decoración, de ambientación… La única que destaca un poco en la ciudad es la calle Ancha, cosa que tampoco es muy difícil de conseguir visto el panorama del resto de las calles. Yo no pido que la ciudad se adorne como Vigo o Málaga, que por otro lado no estaría mal, pero lo que han hecho con el resto de las calles de la ciudad es ganas de que los critiquen. Y ahí es donde creo que radica el epicentro de todo esto, lo hacen con la idea de causar malestar entre los ciudadanos. Esta es una fiesta que desde el primer año de José María Gonzalez como alcalde dejaron bien claro que no era de su agrado, recuerden el video de alguna concejal de la época diciendo que por ella la quitaría, y así nos lo recuerdan cada año. Cada vez limitando más los adornos y la iluminación y haciendo una programación navideña que, más que sacarnos una sonrisa, nos saca lagrimas de pena por lo que están haciendo con la ciudad. Eso sí, la foto encendiendo el alumbrado se la hace el alcalde como si estuviera en el Madison Square Garden de Nueva York.

La iluminación navideña de la ciudad es más propia de un pueblo que de una ciudad capital de provincia. Y no me refiero a pueblo en sentido peyorativo sino en el típico pueblo de cuatro calles y casitas bajas con poca población, ya que hay de los considerados pueblos que tienen una iluminación que le dan mil vueltas a nuestra ciudad. Así es normal que al alcalde y adláteres se les llene la boca diciendo que han recortado la presunta deuda existente. Normal, si no gastan dinero en darle los servicios necesarios a la ciudad es muy fácil recortar cualquier deuda, la formula es de primero de infantil, no gastar dinero es igual a ahorrar. Lo malo es lo que conlleva esa reducción de servicios para una ciudad que necesita alegría, movimiento en los negocios, hacerle atractivo un centro que no puede competir con una mano atada a la espalda contra los grandes centros comerciales ni contra empresas como Amazon.

Lo malo de esto no es que a los mayores nos roben la Navidad, algunos ya hemos vivido muchas y tenemos nuestros recuerdos de niños, sino que se las están robando a nuestros hijos pequeños, a los nietos de disfrutarla con sus abuelos, a esos que están empezando a abrir los ojos y se encuentran con una Navidad descafeinada por las creencias políticas de los que deberían de gobernar para todos, creyentes y no creyentes. Ese es el peor adoctrinamiento que nos están inculcando.

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