Opinion
Marruecos, esa agencia de viajes ilegales
Le es más útil utilizar a miles de personas, sin importarles que se jueguen la vida, como mecanismo de presión para España y, por ende, a Europa
Por una vez, y sin que sirva de precedente, me pongo de parte del Gobierno en el problema que estamos teniendo con nuestros vecinos del sur. España es soberana para atender a quien quiera, para recibir dentro de nuestras fronteras a quien nos apetezca, en ... definitiva, a llevar una política interna sin sufrir injerencias de otros países. No voy a entrar en si se hace bien o no admitiendo al dirigente del Frente Polisario en nuestro país o no. Simplemente que el hacerlo no debería de ser tomado como ofensa ni llevar aparejada la revancha por parte de un tercer país. Si eso fuera así, la de veces que España debería de haber tomado represalias contra aquellos terceros que acogían dentro de sus fronteras a los asesinos de ETA. Sin embargo, en esos casos, España únicamente utilizaba los mecanismos al alcance de su mano, como son los legales. Estaba claro que esta acogida no sería del gusto de Marruecos y, como está ocurriendo, tendría una respuesta con lo que saben que puede hacernos daño, la inmigración ilegal.
Una vez más, Marruecos nos demuestra a las claras que el grave problema de inmigración podría solucionarlo cuando quisiera. Sin embargo, le es más útil utilizar a miles de personas, sin importarles que se jueguen la vida, como mecanismo de presión para España y, por ende, a Europa. En todo este asunto, una vez más, España no puede ser la prostituta de Rabat cada vez que al Rey alauita le entren ganas de “dar por saco” , ni Europa puede ejercer de madame mandándonos al salón para calmar los ánimos exaltados del marroquí y no entrar en conflicto.
No es momento de poner paños calientes. La presión migratoria en determinadas zonas de España se está haciendo cada vez más insoportables . La inmigración legal sí, pero la ilegal, saltando verjas, entrando sin papeles, no debe de permitirse. Sobre todo porque no sabemos quienes se están colando por esos coladeros que Marruecos permite mirando para otro lado. Es verdad, que en muchas ocasiones, son personas que no tienen nada que perder arriesgándose a cruzar un estrecho que puede ser su tumba, o a buscar hueco en pateras utilizadas por mafias, que quien dice que no estén amparadas también por Marruecos, pero sí es cierto que entre esos vienen también delincuentes, mercenarios de guerras fratricidas y descarnadas, individuos sin escrúpulos que, al verse acorralados en sus países, se arriesgan a cruzar a otro país, a otro continente, donde saben que la carencia de papeles que revelen su identidad es el mejor salvoconducto para iniciar una nueva vida sin necesidad de pagar por sus delitos y, quien sabe, si una nueva oportunidad para seguir con esos viejos hábitos.
España y Europa deben de mostrarse de una vez firmes ante ese pequeño dictador marroquí, que mantiene a su pueblo bajo la opresión de su tiranía viviendo en la miseria mientras él vive con todo lujo, y plantarle cara. Es hora de empezar a “mostrar los dientes” , de revisar los acuerdos con dicho país, de dejar de enviar millones y millones de euros a las arcas de Marrueco o, lo que es lo mismo, a las arcas del rey marroquí y hacer valer nuestra posición de potencia europea.
El problema es que al final, como en otras ocasiones, el “buenismo” de Sánchez y los paños calientes de Europa se traducirá en unos cuantos fajos de billetes como premio por su “ayuda” contra la inmigración, al fin y al cabo, es como funciona todo en Marruecos.