Malotes de medio pelo
Cuando se es tan valiente para desearle a alguien que le den con un piolet en la cabeza se tiene que tener los suficientes «pantalones» para tragar con lo que a uno le deseen
![Adolfo Vigo: Malotes de medio pelo](https://s1.abcstatics.com/media/opinion/2021/02/17/v/hasel-kLOE--1248x698@abc.jpg)
El atrincheramiento de Pablo Hasél , ese rapero condenado por delitos de injurias y calumnias, en la Universidad de Lerida para evitar que la policía lo detuviera y lo llevara prisión a cumplir su condena, deja claro que ya no existen malos como ... los de antes . Es curioso lo valiente que era deseando la muerte de algunas personas relevantes pero lo pronto que «se ha ido de baretas» cuando se ha visto con una sentencia que le condenaba a un pena de prisión que debe de cumplir por tener antecedentes penales anteriores.
Este rapero delincuente no es más que el ejemplo de esos personajes de izquierda que se creen que están por encima del bien y del mal, que se piensan al margen de la Ley para poder decir lo que les plazca, sin respetar las normas existentes en este país. Estos personajes que van de «chicos malos» cuando ven que el peso de la Ley les va a caer encima y que, aunque la Justicia sea lenta, van a tener que entrar en prisión, empiezan con el lloriqueo y a tirar de consignas para echarle la culpa a un sistema en el que no creen salvo cuando tienen que utilizarlo, pasando a ser «malotes de medio pelo».
Es curioso como ahora el rapero denuncia lo que otros usuarios escriben sobre él en las redes sociales. Llegado el momento, parece que la libertad de expresión, cuando es la suya, tiene esos límites que él mismo negaba con anterioridad. Cuando se es tan valiente para desearle a alguien que le den con un piolet en la cabeza o que lo hagan volar como a Carrero Blanco se tiene que tener los suficientes «pantalones» para tragar con lo que a uno le deseen .
Estos anti sistemas usan siempre una doble vara de medir, ellos pueden decir lo que quieran pero ¡ay, amigo quien ose decir algo de ellos! Pablo Hasél, Pablo Iglesias, Irene Montero, Echenique, Monedero, Kichi, 'la Tere' … todos estos han tenido «la lengua muy larga» pero cuando han sido ellos la diana de las expresiones o de las manifestaciones de otros ha resultado que tienen «la piel muy fina». Mientras que pretendían asaltar el cielo, gritaban consignas y soflamas incendiarias y siempre amparados en su «particular» libertad de expresión pero cuando les hablan de sus chepas, de sus currículos como dependientes, de sus defraudaciones, de sus aumentos de volumen o de sus usos de otros políticos como niñeras invocan el respeto a sus derechos a la intimidad o a su honor.
Para estos y para muchos que pululan por las redes sociales que, en su mayoría, son de pensamiento de izquierdas, los derechos son unidireccionales. Se permiten escribir y decir autenticas barbaridades buscando la fama y sus cincos minutos de gloria sin medir las consecuencias porque se creen por encima del bien y del mal. Eso sí, cuando le contestas con la misma moneda les falta tiempo para hablar de fascismo, de Estado opresor o de extrema derecha…
Mientras tanto, en el polo contrario, tenemos a Cristina Cifuentes , por ejemplo, persona a la que le han hecho scraches indiscriminados, le han deseado la muerte cuando tuvo un accidente gravísimo de coche y le han puesto titulares y afirmaciones fortísimas sobre su título académico del que, afortunadamente, ha salido inocente, y de los que nadie responderá.
Como siempre la izquierda se apropia del ancho del embudo para sus manifestaciones y declaraciones y pretende arrinconar al que no piensa como ellos en el lado estrecho del mismo.