Kichi, el Covid y otra promesa incumplida
No deja de ser curioso que diga que si Cádiz se lo pide él se volvería a presentar
«Kichi, Kichi –gritaba una nerviosa Teresa– que estos de Izquierda Unida me han echado del grupo parlamentario. ¿Te lo puede creer…?».El Kichi, aún con los ojos pegados a pesar de ser medio día, le dijo: «Pues a ver qué vamos a hacer porque ... si te quedas sin grupo no vas a tener fácil volver a salir en las próximas elecciones y yo ya agoto mi última legislatura». «Ah, no, tú te vuelves a presentar que por más que le haya dicho a la Irene, yo . No estoy dispuesta a volver a dar clases». «Pero cariño –dijo el Kichi con un hilito de voz– ¿Cómo me voy a volver a presentar?¿Me van a decir que no cumplo mis promesas». «Por una más que incumplas no va a pasar nada o si no ya te estás dándote de alta de la baja paternal y volviéndote al Ayuntamiento…», dijo una Teresa con voz amenazante. «Bueno, bueno, como te pones cariño. Tampoco hay que tomar medidas extremas. Ya me inventaré algo», dijo el Kichi mientras encendía el ordenador para publicar el «bando municipal» a través de las redes sociales como tiene costumbre.
La verdad que debo de ser sincero y en esto he pecado de inocente. Yo pensaba que el alcalde iba a cumplir su promesa pero es verdad que el escenario les ha cambiado. La verdad es que, de tener un futuro medio asegurado, con la decisión de Izquierda Unida de expulsar a Teresa y a los suyos del grupo por tránsfugas han pasado a tener una perspectiva negra de futuro. Negra por no poder seguir chupando del bote de la política a base soflamas propagandísticas, no por trabajo, ya que ambos son profesores. Pero para eso hay que levantarse muy temprano y «doblar el lomo» cada día.
Está claro que el futuro que ambos esperaban era otro distinto. Quizás que el Kichi diera el salto a la política andaluza y acompañara a Teresa en el Parlamento andaluz. O bien, que hicieran un trueque de puestos y el alcalde se fuera para Sevilla y Teresa se viniera para Cádiz. Pero lo que está claro es que se les ha torcido su futuro.
Es por ello, que el señor González ha tenido que utilizar al Covid para justificar una decisión que tirar por tierra lo poco que le quedaba, como es su promesa de estar solo ocho años y marcharse. Justificar que la pandemia le ha paralizado su proyecto es una muestra más de su falta de compromiso político porque es en esta situación cuando la ciudad de verdad necesita un verdadero gestor y no un comparsista metido a político.
No deja de ser curioso que diga que si Cádiz se lo pide él se volvería a presentar. Pues yo no se lo pido y como yo muchos otros tampoco. Y tanto yo como esos también son Cádiz, porque esta ciudad no solo son los que les votan a él y a los suyos aunque así lo crean ellos.
Si quiere volverse a presentar porque le ha cogido gusto a vivir bien del sueldo político, a no dar un palo al agua después de las tres de la tarde, a tener una repercusión mediática que de otra forma no tendría, sea valiente y dígalo de forma clara y directa. Pero, por favor, no nos tome a los gaditanos por tontos y asuma que forma parte de ese «establishment» al que tanto critica pero del que ha pasado a engrosar su nómina.